Una tromba de granizo causa graves daños en casas y viñedos en el entorno de Piñel de Abajo y Pesquera de Duero

La tormenta descargó con una inusual intensidad pasadas las nueve de la noche del domingo, cuando comenzaron a caer «bolas de hielo de un tamaño más que considerable» que convirtieron las calles de pueblos como Piñel de Abajo o Pesquera en ríos de granizo y agua. Algunos viticultores lamentan que han podido perder «el trabajo de todo un año». El entorno de las localidades afectadas, todas ellas pertenecientes a la Denominación de Origen Ribera del Duero, registró cantidades notables de lluvia, si bien el epicentro de la tormenta el granizo fue el protagonista.

En municipios como Piñel de Abajo sufrieron a su vez un apagón que dejó sin luz a los vecinos hasta bien entrada la madrugada. Sus habitantes se han encontrado aún por la mañana con las calles cubiertas de un manto blanco de granizo y con daños en cubiertas y persianas de las casas; al margen de farolas destrozadas y otros elementos del mobiliario urbano dañados por el granizo. Eso en lo que al casco urbano se refiere. Fuera, en las tierras, el pedrisco peló literalmente viñedos y cerezos para dejar una alfombra de hojas y cerezas sobre el terreno.

El reguero de daños que ha dejado la tormenta no se ha cuantificado aún. No obstante, localidades como Cogeces del Monte registraron unos datos en los publiómentros que reflejaban que llovió hasta 35l litros en veinte minutos, lo que anegó varias calles. Al balance de daños habrá que sumar, entre otras muchas más incidencias, los desperfectos que ha causado el agua en los accesos a las piscinas de este municipio de la Comarca de Peñafiel.

Vecinos y agricultores han comenzado ahora a valorar los daños causados por la tormenta, pero muchos de los afectados ya anticipan que pueden ser «cuantiosos».