Tristeza en el pueblo vallisoletano donde veraneaba la abuela de la reina Letizia

La noticia del fallecimiento de Menchu Álvarez del Valle, abuela de la reina Letizia, ha conmocionado a los vecinos de Aldea de San Miguel, el pequeño municipio vallisoletano (en torno a 200 habitantes) de donde era oriunda su madre, Plácida del Valle (bisabuela de Letizia Ortiz) y al que visitó de forma frecuente hasta hace unos años. Los vecinos desconocían que su estado de salud fuera tan delicado a excepción de los familiares más directos que aún conservaba Menchu Álvarez en esta pequeña población situada entre Portillo y Mojados.

Entre ellos se encuentra Candelas Diez Ruano, exalcaldesa de Aldea de San Miguel, que tiene lazos familiares a través de su marido, Poli. Ellos son de los pocos vecinos que aún mantienen comunicación con la familia de la reina. A sus 84 años de edad, Candelas Diez lamenta no poder acompañar en estos momentos al hijo de Menchu Álvarez, Jesús Ortiz, en los actos fúnebres que tendrán lugar en Oviedo, donde será enterrada junto a su marido. No obstante, la familia conserva aún un panteón con los restos de sus padres, Plácida del Valle y José Luis Álvarez, en el cementerio municipal de Aldea de San Miguel.

De hecho, sus dos hijas eran las amigas principales que Letizia Ortiz tuvo durante su adolescencia y juventud en el pueblo, cuando acudía a pasar los veranos a casa de su bisabuela, que entonces era propiedad de Menchu Álvarez.

La abuela de doña Letizia, que nació en Santander, mantuvo siempre una estrecha relación con Aldea de San Miguel. De hecho, hasta que enviudó, todos los veranos se le podía ver en el pueblo entablando conversación con cualquier vecino que se prestara, reuniéndose con la familia. Además procuró que sus nietas también pudieran disfrutar del pueblo. De ahí ahí que algunas de aquellas niñas, hoy ya mujeres, sigan manteniendo relación con las nietas de la fallecida, como la propia reina Letizia o su hermana Telma. Algunas incluso asistieron al enlace real de doña Letizia con Felipe VI, aunque siempre se han caracterizado por su discreción a la hora de hablar de esta estrecha relación que les une desde la infancia.

Las visitas al pueblo vallisoletano han sido siempre frecuentes por parte de toda la familia, sobre todo para reunirse y ver a familiares directos. La última en hacerlo ha sido Telma Ortiz, quien según comentan vecinos del municipio estuvo hace unas semanas en Aldea de San Miguel alojada en casa de uno de sus familiares, con cuyas hijas aún le unen lazos de amistad.

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