Un Traspinedo sobrecogido despide a Esther con cinco minutos de silencio

El ayuntamiento ha celebrado un breve y emotivo pleno en el que el alcalde, Javier Fernández, ha hecho llegar a los familiares de la mujer hallada muerta el sábado su «más sentido pésame y condolencias», así como el «apoyo, cariño y fuerza» de todo el pueblo, para «ayudarles en todo lo que necesiten» en este difícil trance. El consistorio ha declarado tres días de luto y por boca de su regidor ha mostrado su «plena confianza en que las investigaciones de las fuerzas de seguridad darán fruto lo antes posible».

Fernández ha pedido «serenidad, tranquilidad, paciencia y mesura» a la población y después, a preguntas de los periodistas, ha puntualizado que lo hace «no porque haya tensión» en Traspinedo, sino porque es lo que corresponde y todos desean en una situación como la que vive el municipio vallisoletano. «Es hora de que se esclarezca el caso y se haga justicia», ha añadido el alcalde, convencido de que «el pueblo va a estar a la altura por Esther y por su familia».

Minutos después, en la plaza, rodeado por más de quinientas personas en una localidad de unos mil habitantes, Fernández ha confirmado que la familia de la fallecida está «destrozada, pero con cierto alivio» por que haya aparecido el cadáver después de 24 días de búsqueda. «Si alguien ha hecho algo malo, que lo pague», ha manifestado.

Las extrañas circunstancias que acompañaron a la desaparición de Esther y la no menos extraña forma en que se descubrió su cadáver, 24 días después en un paraje a la vista de cualquiera, mantienen a la población en vilo, a la vez que sirven para alimentar diferentes versiones y rumores.

Esta mañana se pudo comprobar cómo los llamamientos a que la investigación saque a la luz al posible culpable o culpables conviven con otros en los que las alusiones son a responsables de la desaparición o, simplemente, se pide que se aclare qué fue lo que sucedió en la madrugada del 12 al 13 de enero y en los días siguientes.

Las fuerzas de seguridad y autoridades institucionales han insistido en sus comunicaciones oficiales en que «todas las hipótesis están abiertas», a la vez que han evitado dar detalles sobre el estado del cuerpo. En ningún momento han descartado la hipótesis de una muerte natural o autoinducida y, según trascendió tras la primera inspección del cadáver, éste no presentaba signos externos de violencia.

Que por el estado que presentaba no diera la impresión de haber estado más de tres semanas a la intemperie no hace sino alimentar las especulaciones.

Hasta Traspinedo se han desplazado el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, así como el delegado de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, y el subdelegado del Gobierno en la provincia, Emilio Álvarez. Éste ha informado de que «están abiertas todas las vías de investigación», desde el asesinato hasta la muerte natural. El subdelegado ha recordado que el caso se encuentra bajo secreto de sumario y que «por lógica, no se descarta nada». «Todo lo que podamos decir ahora son hipótesis y elucubraciones, pero no aventurar ninguna como más posible o real», ha indicado.

Según Álvarez Villacián, los investigadores están recabando información de «todas las cámaras de la zona para ayudar a esclarecer» lo ocurrido, aunque «en principio no parece que vaya a haber detenciones inminentes». El represente gubernamental ha explicado que si bien el lugar donde fue hallado el cuerpo de Esther no fue «batido por los vecinos», sí había estado incluido entre las zonas rastreadas por la Guardia Civil. Se trata de un punto al pie de la carretera que conduce al pueblo una vez dejada la N-122 y poco mas allá de una rotonda. Esta mañana podía verse allí un ramo de flores en memoria de la fallecida.

En la mañana de hoy se está realizando la autopsia al cadáver de Esther López que, «en función de lo que se vaya encontrado el cuerpo puede tardar más o menos». Emilio Álvarez no ha podido concretar cuándo podrán tener lugar el entierro de la fallecida, algo que depende de la investigación. Por otro lado, ha dicho desconocer si la víctima llevaba todos sus objetos personales, así como el teléfono móvil». Debido al secreto de sumario ha declinado responder a la pregunta de si el cuerpo pudo ser arrojado en el lugar donde se encontró el sábado a las 10:30 horas, 24 días después de que Esther desapareciera, en la madrugada del 12 al 13 de enero.

En lo que sí había más consenso en los corrillos de Traspinedo era en el deseo de que cualquier que haya podido tener algo que ver con el trágico desenlace no sea del pueblo.

Según fuentes próximas a la familia, ésta desearía poder disponer cuanto antes del cuerpo de Esther para poder celebrar el funeral incluso en la tarde de hoy si fuera posible. Los procedimientos forenses, sin embargo, tienen sus plazos y a última hora de ayer todavía no se conocía la fecha del entierro.