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Nada más conocer la noticia del inminente cierre de la entidad bancaria de Unicaja, la única con la que cuenta el pueblo de Traspinedo (1.150 censados) tanto el Ayuntamiento como los vecinos de la localidad se han puesto manos a la obra para tratar ... de frenar la decisión que les dejaría sin oficina, sin cajero y con la única posibilidad de desplazarse a al menos 9 kilómetros para realizar cualquier gestión.
No van a quedarse de brazos cruzados y para muestra la manifestación frente a la sucursal en señal de protesta en la que han participado este miércoles unos 200 vecinos. No solo hubo gritos de rechazo ante el cierre, ni aplausos tras la lectura de varios manifiestos, los vecinos han salido a la calle para ir un paso más allá: dar de baja sus cuentas con la citada entidad.
«Si no reculan cancelaremos todas nuestras cuentas, no solo las del Ayuntamiento, también las de hosteleros, empresarios y vecinos, esto es un auténtico tortazo al medio rural y lo haremos como medida de presión para que nos escuchen y reconsideren su decisión», asegura el alcalde de la localidad, Javier Fernández.
Así, durante el acto de protesta con carteles y gritos de «¡No al cierre!» decenas de vecinos usuarios de Unicaja han decidido firmar una solicitud de cancelación de sus cuentas bancarias si finalmente Traspinedo se queda sin oficina. «Vamos muy en serio, con esto tenemos que defender la permanencia de nuestros servicios», explica Fernández, quien no entiende esta decisión «en un pueblo con mucha vida y buen tejido empresarial con varios restaurantes, comercios, presencia de autónomos... la lista es larga y Traspinedo triplica su población en verano, todo esto lo deberían tener en cuenta», reitera el regidor, quien no entiende la decisión, «pues la persona que viene los miércoles y viernes de 08:30 a 14:00 horas es de la oficina de Tudela de Duero, el desplazamiento es mínimo y el número de horas también».
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La indignación es generalizada entre los vecinos de la localidad y aumenta en colectivos como el del sector empresarial y hostelero, quienes han señalado mediante la lectura de un manifiesto que la presencia del banco y del cajero «es muy necesaria para ellos», algo en lo que coinciden desde la Asociación de Jubilados de la localidad, pues no entienden por qué la gente mayor que siempre ha tenido sus ahorros en el citado banco ahora tendrán que desplazarse con la dificultad que eso conlleva.
Van a seguir manifestándose cada miércoles y cada viernes hasta que les escuchen «hay que mantenerse unidos, no podemos quedarnos de brazos cruzados cuando estamos viendo cómo se llevan un servicio esencial para un pueblo», puntualiza Fernández, quien representa la lucha de su pueblo ante la exclusión financiera.
Por su parte desde la entidad explican que «el Plan de cierres corresponde al anunciado en su momento por el proceso de integración de Unicaja Banco y Liberbank y su reestructuración no supondrá despidos» y señalan «el esfuerzo de la entidad para seguir prestando servicio en las zonas rurales con menos población a través de los agentes financieros, es decir, aunque nos vemos obligados a cerrar en determinadas localidades, seguimos muy presentes en todas las comarcas de la provincia».
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