El tramo de autovía entre Olivares y Tudela costará 79 millones

El presupuesto de licitación de este tramo ascendía a 105,47 millones (IVA incluido), con un plazo de ejecución de 36 meses, es decir, tres años.

En la actualidad está en fase de licitación el contrato de obras de otro tramo, Quintanilla de Arriba (Oeste)-Olivares de Duero, que constituye la continuación hacia el Este del tramo que se ha adjudicado y que requerirá una inversión mayor. En conjunto, sumarán casi 35 kilómetros a la Autovía del Duero.

Actualmente, este itinerario se puede realizar por la carretera N-122, una carretera de calzada única con un carril para cada sentido de circulación, que soporta una intensidad media de 6.300 vehículos diarios en este ámbito. La nueva autovía será una alternativa más rápida y segura al actual trazado, con calzadas de siete metros, arcenes interiores de un metro y exteriores de 2,5 metros.

El nuevo trazado atraviesa los términos municipales de Tudela de Duero, Villabáñez, Villavaquerín y Olivares de Duero, en una longitud de 20,2 kilómetros. Se prevé la construcción de dos enlaces: el primero dará acceso a las localidades de Sardón de Duero y Quintanilla de Onésimo por la N-122, así como a Tudela por su vertiente oeste a través de la VP-3302 y la propia N-122; el segundo, a la carretera VP-3302.

Asimismo, las obras prevén la reposición de la red de caminos interceptada por la traza, asegurando la comunicación de todas las fincas adyacentes afectadas, y la permeabilidad transversal quedará resuelta mediante el diseño de un total de ocho pasos superiores, nueve inferiores y dos viaductos.

El otro tramo, todavía en licitación, discurre por los términos municipales Olivares de Duero, Valbuena de Duero y Quintanilla de Arriba, en una longitud de 14,5 kilómetros y con tres enlaces. El trazado se ha diseñado evitando la afección a las bodegas ubicadas al Norte de Valbuena de Duero, a los viñedos existentes en la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla.

Asimismo, se incluirá un ecoducto de 190 metros de longitud y 80 metros de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje, un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011, y un viaducto de 500 metros en el cruce con el río Duero, entre otros elementos.