Torrescárcela, calidad de vida como piedra angular de desarrollo

Torrescárcela se integra en las mancomunidades de La Churrería, de Minguela y de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar. Su término municipal ocupa una superficie de 50,76 km², y cuenta con una población de 166 habitantes. Al cierre del 2023 la tasa de paro es de apenas 5 personas y la renta media por hogar, según la última estadística, de 34.695 euros. Su economía se basa en la agricultura, principalmente. Hay una pequeña ganadería de vacuno y las explotaciones intensivas de porcino de su término son propiedad de sociedades no domiciliadas en el pueblo. Sí hay domiciliadas dos pequeñas empresas de la construcción, así como dos alojamientos turísticos y un bar municipal de gestión privada.

Históricamente las fuentes de riqueza del pueblo han sido la agricultura de secano y un 15% de regadío. También lo fueron el ovino semi-intensivo de producción mixta carne-leche y el aprovechamiento del fruto del pino piñonero y resina del pino negral. Asimismo, almendros y espliego aportaban en su día a la economía doméstica. En el siglo XIX se producía trigo, morcajo, centeno, cebada, vino, legumbres, leñas de combustible y pasto para el ganado.

El futuro pasa por el mantenimiento de la población estable de los últimos 25 años, la menos envejecida del entorno debido a la existencia de un importante número de parejas con hijos. La generación económica y la supervivencia están vinculadas a la generación de empleo en las zonas de Cuéllar y Peñafiel, principalmente, y de donde podrían llegar nuevas fuentes de riqueza como el turismo, la vitivinicultura y la agroalimentación. La Ribera del Duero y la localidad segoviana de Cuéllar están a un paso.

El valle del Valcorba –que agrupa ocho municipios– es un recurso de carácter medioambiental de primer orden y con múltiples posibilidades, las cuales generarían sinergias en otros sectores que dinamizarían económicamente esa parte del sureste de la provincia. De disponer del grado de protección e impulso de conservación, promoción e inversión necesaria por parte de administraciones supramunicipales, el conjunto del valle se vería favorecido en materia de medioambiente, desarrollo, cohesión social y territorial y, también, de fijación de población.

Un proyecto basado en asegurar un caudal ecológico en el arroyo Valcorba. Así, se impulsaría un modelo donde las actuaciones conjuntas permitirían el acercamiento y el estrechamiento de lazos sociales gracias al mantenimiento del valle. Igualmente, se pondría en valor el entorno de monte bajo en el que se asienta la localidad, también de un alto valor medioambiental. Esta actuación integral podría suponer un puntal económico en el desarrollo de todo el valle.

La localidad es principalmente residencial –salvo el sector primario, apenas posee tejido productivo–, y es en esa faceta donde se apuntala su futuro, en el mantenimiento de la calidad de vida, con unos servicios de calidad y con en unos impuestos municipales razonables. Torrescárcela ofrece todo eso, además de asentarse en un entorno idílico y tener un casco urbano –y el conjunto de viviendas– muy cuidado. De la misma forma, cuenta con fibra óptica, una red de comunicación de alta capacidad que posibilita que más personas pasen temporadas más largas en el pueblo, aunque no sean residentes fijos. La llegada de nómada digitales no es fácil porque el parque residencial está copado.

Este modelo se ve apuntalado, y puede ser un buen modelo de desarrollo local, por la estructura productiva, y accesible, de las comarcas de Cuéllar y Peñafiel. La movilización de recursos y la prestación de servicios desde ambas cabeceras de comarca pueden proporcionar un proyecto común que favorecerá el mantenimiento de la población.

La economía

Sectores económicos. Agricultura, ganadería vacuna y porcina; dos alojamientos rurales, bar y dos pequeñas empresas de construcción.

Renta media por hogar. 34.695 euros

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