Encierros en Valladolid

El Toro del Arrope de Siete Iglesias de Trabancos deja tres heridos leves

El festejo arrancó a las 16:30 horas con la primera suelta. Un toro de la ganadería de Simón Caminero, de nombre 'Enfangado', hizo disfrutar a la afición con su gran movilidad. El astado fue bravo y noble, fue muy bien a los cites, poniéndoles las cosas fáciles a los cortadores que decidieron probar suerte frente a él. El temple que demostró tener el animal permitió a los aficionados disfrutar de bonitas y medidas carreras y, después de un buen rato por las calles, se procedió a la suelta de los bueyes para su conducción a los toriles, lo que hizo que numerosos corredores disfrutaran de la carrera. Este toro tuvo una segunda salida a última hora de la tarde, cuando ya había medido las distancias, y un par de arreones hicieron que se llevara por delante a un mozo, con una caída sin más consecuencias que unos rozones en rodillas y manos.

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El segundo de la tarde fue un toro más serio, de la ganadería de Arriazu, de nombre 'Adivino', que fue rodado nada más salir. Poco a poco fue imponiéndose a los mozos y embistió con codicia a todo lo que se movía con una fuerza descomunal. Propinó un varetazo a un cortador en la axila cuando se tragó un chaquetazo, saliendo calle abajo, y derrotó contra unos barrotes prendiendo a otro espectador, al que levantó por los aires sin mayor gravedad que el golpe sufrido.

Encierro del toro del Arrope en Siete Iglesias de TrabancosVer 29 fotos

Además, antes de tomar la curva de los toriles, levantó una talanquera de la puerta de una casa, generando momentos de peligro. A 'Adivino' no le gustaba estar enclaustrado en el recorrido del encierro y buscar una salida fue toda una obsesión para él. Su casta navarra le llevaba a moverse con mucho peligro y protagonizó varios momentos de tensión cuando levantaba ligeramente las vallas, lo que llevó a salir huyendo en varias ocasiones a las personas situadas al otro lado del vallado, que llegaron a pensar que ese no era un lugar seguro.

Con algún susto, pero sin percances de gravedad, finalizó la suelta de estos dos toros, que atrajeron a Siete Iglesias de Trabancos a una afición ansiosa por disfrutar del festejo popular.