Tordehumos celebra la rogativa de san Marcos con bendición de los campos

En el cruce de caminos conocido como del Puente abajo, la procesión se detuvo y uno de los párrocos, José Colinas, bendijo los campos con la petición de que hubiera una buena cosecha como signo de prosperidad. Poco después, se llegaba a la ermita del Cristo de la Vega, donde ya esperaba otro gran grupo de personas que habían llegado en distintos automóviles para asistir a la misa.

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El alcalde de la localidad, Agapito Bravo, aunque este año no pudo estar presente por asuntos municipales, destacó «la importancia que tiene el conservar este tipo de tradiciones, que son parte de las señas de identidad de Tordehumos». El Cristo de la Vega, patrón de la localidad, quedará en su ermita tras haberse llevado al pueblo durante la Semana Santa para participar en la procesión del Viernes Santo. En septiembre, con motivo de las fiestas patronales, regresará al pueblo para presidir todos los festejos.

Como es tradicional, el día de san Marcos, por la tarde, familiares y amigos se reunieron para celebrar la merienda en el monte, en las laderas del castillo o en la propia ermita. No faltaron viandas tradicionales como la tortilla de patatas, los embutidos de la matanza como el chorizo cular, los dulces de Pascua, la leche frita o el maimón, nombre que en Tordehumos se da al bizcocho de huevo, harina y azúcar. Una merienda que este sábado la realizarán los que este martes no la pudieron hacer, antes de que por la noche tenga lugar una discomovida como fin a la fiesta de San Marco.

La festividad de San Marcos, como tantas fiestas cristianas, tiene su origen en una fiesta pagana del imperio romano, en la llamada de la Robigalia, que se celebraba en honor del dios Robigo, al que se pedía protección contra la plaga de la roya, un hongo que arruinaba el cultivo del trigo. La Iglesia la sustituyó por la festividad de san Marcos.