Valladolid

Talavante y Luque salen a hombros de la plaza de Íscar

Tarde de mucho calor y sopor porque el encierro de encaste Domecq de Salvador Gavira García no cumplió del todo con las expectativas que había creado con dos partes claramente diferenciadas.

La primera en la que los tres diestros no lograron ningún trofeo pero que estuvo marcada por la blandura de los dos primeros castaños y la pequeñez del tercero.

Otra cosa fue la segunda parte donde Alejandro Talavante pese a que con el capote no estuvo muy brillante y cuidó que apenas se le tocara con el caballo tras dos buenos pares de banderillas inició la faena de muleta con una bonita serie de rodillas logrando volver a captar la atención del público que no cesaba de mover los abanicos con una serie bien hilvanada con el que la alegría volvía por momentos a los tendidos remató de una estocada hasta la bola que le valió las dos orejas.

Al quinto de la tarde Daniel Luque un novillo grande de capa y buena cornamenta lo recibió bien con el capote entró con codicia al caballo aunque solo por una vez y ya con la franela de menos a más logró una completa faena que hizo que los aplausos no cesaran a lo largo de su actuación una estocada rozando la perfección hasta la bola le valió para lograr las dos orejas que le abrían la puerta grande y acompañar a Talavante.

Aguado que cerraba plaza ante el toro más bonito del encierro por hechuras y cornamenta pero que no quiso colaborar al no entrar al caballo y cuando lo hizo fue de malas maneras y a la muleta le costó entrar con mucho trabajo logró sacar adelante varias series de bonita factura, sobre todo de naturales, a la hora de entrar a matar error en el primer intento no así en el segundo con una estocada fulminante que permitió tocar pelo al serle concedido una oreja.