Por suerte no ha habido que lamentar ninguna desgracia humana, ni daños materiales pues en ese momento en el que la lluvia caía con fuerza no pasaba ningún viandante ni circulaba algún vehículo. Poco antes de las 15:0 horas de este invernal primer sábado de marzo dos grandes ramas de un enorme ejemplar de abeto situado en el entronque de las calles Julio Ortiz, Calvario y Mariemma, en el centro urbano de Íscar, se resquebrajaban cayendo a la calzada de esta última calle sin llegar a afectar a las viviendas situadas enfrente, una de ellas en estado ruinoso, como se puede apreciarse en la fotografía.
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La caída de las ramas, presenciada por varios jóvenes que inmediatamente se apresuraron a advertir a los vehículos que se aproximaban, causó como único mal mayor el corte a la circulación rodada durante el tiempo que duraron los trabajos de recogida de los restos y la limpieza de la calle.
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