Susto en el encierro de Siete Iglesias al escapar dos toros del recinto vallado en el campo

El primer encierro de Siete Iglesias de Trabancos no ha estado exento de momentos de peligro y tensión que llegaban al punto álgido cuando los dos astados -uno negro y otro colorado- uno de la ganadería Caminero y otro de la ganadería de Pepe Mayoral, sorteaban el vallado y escapaban varias veces, por unos momentos eso sí, del perímetro habilitado en el campo.

En una de esas breve escapadas, donde los animales no recorrían gran distancia, el zaíno de Pedro Caminero, más activo y peligroso que el colorado, embistió contra un coche aparcado en las inmediaciones del vallado y, acto seguido, corrió tras un joven que logró zafarse del animal, resultando ileso.

«Los caballistas y los bueyes les han reconducido rápido las veces que se han salido del recinto y afortunadamente no se ha producido ningún incidente en cuanto a los toros», explica Sonia Alonso, la alcaldesa de Siete Iglesias de Trabancos.

No obstante, durante el encierro mixto hubo que hacer una pausa de al menos media hora, debido a un accidente de moto que sufrió un vecino de Castronuño y que tuvo que ser atendido por la ambulancia. «Se ha roto la tibia, el peroné y el fémur y tuvo que ser trasladado al Hospital de Medina del Campo. En ese momento, los dos toros estaban ya en la plaza y hubo que esperar para reanudar el encierro con todas las medida de seguridad obligatorias», explica Alonso.

Hasta que no llegó la ambulancia de Tordesillas no dio comienzo la suelta de otros dos astados desde la plaza de toros de la localidad, que recorrieron las calles de Sieteiglesias «hasta las dos de la tarde», momento en el que el primero de los encierros en honor a San Pelayo llegó a su fin. «Ha estado muy entretenido y nos quedan por delante mucha citas taurinas, que esperamos se resuelvan de la mejor forma», finaliza Alonso.