Se suceden los homenajes a Juan José Muñoz Herguedas

Una entrañable eucaristía marcó el comienzo del homenaje a Juanjo, como todo el mundo llama al sacerdote, una misa muy emotiva, con el pueblo volcado, en la que algunas agradecidas y emocionadas lágrimas afloraron en los ojos del sacerdote por el cariño que le dispensaron.

En la misma iglesia parroquial de San Bartolomé, el alcalde de Fompedraza, Eduardo Benito, dedicó unas palabras a Juan José, un breve discurso evocador, recordando «cuando no solo nos acercábamos a la iglesia a rezar, sino a disfrutar con un amigo».

Finalizada la eucaristía, un centenar de asistentes agasajaron a Juan José compartiendo mesa y mantel en un restaurante de la localidad. Juanjo es una persona «que ha dado su vida entera, más que como un sacerdote, como un amigo para todos. Para los que se cruzaban con él siempre tenía una sonrisa en la boca y una buena palabra alegre», señala el regidor, quien le hizo entrega de una placa de recuerdo, como un buen recuerdo es el libro de firmas de los vecinos que también se le regaló y una serie de fotos de los últimos días de su ejercicio sacerdotal. Un entrañable recuerdo para que «en los malos momentos sepa que hay gente que estará siempre a su lado».