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Ricardo con los monitores de la granja escuela Las Cortas de Blas. M. G. M.
SOS Montes Torozos advierte del parque fotovoltaico en Villalba de lo Alcores
Valladolid

SOS Montes Torozos advierte del parque fotovoltaico en Villalba de lo Alcores

Una instalación de un parque fotovoltaico que afectará al entorno y a la actividad educativa de la granja escuela Las Cortas de Blas

Jueves, 20 de julio 2023, 00:22

A pocos kilómetros de Valladolid, en la carretera VA 912, en el término municipal de Villalba de los Alcores, en pleno corazón de Montes Torozos, se ubica la granja escuela Las Cortas de Blas, un lugar donde los hermanos e ingenieros técnicos agrícolas Ricardo y Pady Miranda pretenden ayudar a escolares y profesores, a asociaciones, o simplemente a padres con sus hijos, a conocer el mundo rural, el medio ambiente y todos los trabajos que se desarrollan en el campo, procurando la formación y el desarrollo integral de la persona.

Este proyecto de Las Cortas de Blas nacía hace dos décadas y ya son 140.000 las personas (una media de 10.000 por año) que han realizado un programa en el que se combinan actividades de producción agrícola, como la huerta, con otras ganaderas, como ordeñar una oveja o recoger huevos, y con acciones para acercarse el entorno, como observación de la naturaleza, animación y conocimiento de las energías renovables. A esta actividad se unen las de explotación ganadera y quesería artesanal. En total, la granja escuela emplea a medio centenar de personas.

Ahora, su futuro está en el aire por la instalación del parque fotovoltaico Navabuena Solar, de más de 900 hectáreas de suelo cultivable, que afectará directamente al entorno donde desarrollan sus actividades de educación ambiental, pastoreo y producción agrícola, según han hecho ver sus responsables. A este proyecto se le suman los de Pegaso Solar, Andarríos Solar y la Mudarra I y II, entre otros, que ocupan en total 2.700 hectáreas.

Ha sido la plataforma SOS Montes Torozos la que ha alertado mostrando su alta preocupación «por otros impactos aparte del paisajístico, pérdida de biodiversidad, altas temperaturas debido a las radiaciones de las placas solares, pérdida de suelo fértil y otras posibles afecciones al ganado y a la salud, como ya hemos visto hace poco en la granja de conejos Potosí, ubicada en Valverde de Campos».

El alcalde de Villalba de los Alcores, Manuel Gutiérrez, explica que «aunque no me gustan que sean tantas hectáreas, no podemos hacer nada. Los propietarios han firmado y la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Industria han autorizado el proyecto, con la obligación para la empresa instaladora de plantar un seto de dos metros alrededor de los parques en las zonas más visibles y realizar su mantenimiento». Por su parte, desde el Consistorio se ha establecido como necesario que haya una distancia mínima de un kilómetro hasta la última casa desde cada parque. El regidor admite que «son ingresos que vienen muy bien al Ayuntamiento para llevar a cabo proyectos que sean beneficiosos para todos los vecinos». Ahora, el Ayuntamiento tendrá que llevar a cabo la autorización del cambio de uso y la posterior licencia de obras, «porque no habrá más remedio, ya que el proyecto es legal», recalca el alcalde. Personalmente, como agricultor, Gutiérrez expresa su preferencia porque «el suelo mantenga su uso agrícola».

Uno de los responsable de Las Cortas de Blas, Ricardo Miranda, afirma que «no podemos permitir que se sacrifique la mitad del suelo cultivable del municipio para implantar plantas fotovoltaicas y encima se considere este cambio de uso masivo como un cambio de uso excepcional». Tras dos décadas «intentando hacer las cosas de otra manera, tratando de demostrar que tanto la educación, como la agricultura, la ganadería y la gestión del territorio deben hacerse de una manera sostenible», la granja escuela Las Cortas «se ve amenazada y rodeada precisamente por aquello contra lo que lleva tanto tiempo luchando».

Masificación

Miranda recalca que «no estamos hablando de las energías renovables en sí, sino de la masificación de las mismas sin tener en cuenta los valores ambientales, culturales y sociales de la zona, solo por el beneficio de grandes corporaciones». Insiste en que «no estamos en contra de la energías renovables, y una prueba de ello es que Las Cortas de Blas produce la mitad de la energía que consume con paneles fotovoltaicos ubicados en el tejado de sus instalaciones».

La granja-escuela «era de nuestro abuelo, fue nuestra casa y nuestra escuela, por eso ahora queremos que lo sea para otros» expresa Pady Miranda. Ella y su hermano dejaron en su momento trabajos estables para dedicarse de lleno a un nuevo proyecto con el que pensaron que «el cambio es posible, y ahora nos sepultan, nos quieren echar de aquí, es como pasar un rodillo y cagarse todo a costa de los de siempre, todo impuesto por la ley del dinero». Una vez más, dicen, se sacrifica el mundo rural en beneficio del medio urbano». También critican «la falta de previsiones y estrategias», que todo se haya hecho de forma tan rápida, sin información, sin dar tiempo a la reacción social. En este sentido, recuerdan que en otros pueblos se han hecho comunidades de productores buscando los lugares en los que el impacto sea menor.

Así las cosas, a SOS Montes Torozos y a Las Cortas de Blas solo les queda la esperanza de que las alegaciones y la movilización social que están realizando «sirvan para poner algo de cabeza a toda esta nueva forma de colonización del mundo rural». Unas alegaciones que animan a realizar poniéndose en contacto con ellos a través de los correos sosomontestorzoos@gmail.com o lascortasdeblas@gmail.com, siempre con el pensamiento de que «renovables sí, pero no así».

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