Qué es un siluro albino y en qué se diferencia del estándar

Son cada vez más los aficionados a la pesca que se lanzan a capturar siluros, una especie invasora procedente de Europa del Este que puede superar los dos metros de longitud y los cien kilos de peso y que puede encontrarse, fundamentalmente, en el río Ebro (se introdujo en la década de los 70 del siglo pasado).

Estos ejemplares, depredadores por naturaleza, son popularmente conocidos como 'basureros' (la carne alterada, el hígado de cerdo y los intestinos de las aves son los más utilizados como cebo) y se caracterizan por ser de movimiento vago, lento. Tiene ojos muy pequeños, sin excesiva visibilidad, y con dos bigotes muy sensibles a movimientos y vibraciones.

Destacan por sus enormes dimensiones, aunque lo que llamó la atención del vallisoletano Enrique Sanz Merlo hace apenas seis meses, cuando se desplazó al río Ebro para pescar carpas, no fue su tamaño, sino su color. No era un siluro usual, estándar, de los predominantes. Se trataba de uno albino o 'mandarino', más difíciles de capturar al ser mucho menos habituales.

Pero, ¿en qué se diferencia un siluro 'mandarino' de uno estándar? Principalmente en el tono de piel recubierta de mucosidad (no poseen escamas). Era de color blanco, a diferencia de los siluros pigmentados, que suelen ser de color gris oscuro.

Estos siluros, como cualquier otra especie animal, se caracterizan por la falta de pigmentación en su piel, lo que provoca que sean completamente blancos. El albinismo también puede darse en animales y se produce por mutaciones genéticas, al tener muy poca o ninguna pigmentación en piel, ojos y estructuras tegumentarias -pelo, plumas o escamas-.

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