Siete Iglesias de Trabancos: «La sorpresa del nombre»

Lo primero que llama la atención del visitante y de todo aquel que pasa por Siete Iglesias de Trabancos es su nombre. ¿De verdad hay siete iglesias? Las hubo en su día, o eso dicen, de ahí efectivamente su nombre. Y también de ahí algunos sobrenombres como el pueblo de las seis mentiras. A saber, ni tiene siete Iglesias, ni es de Trabancos. Siete Iglesias está ya casi lindando con Salamanca, a pie de autovía, y cerca de Valladolid. La autovía nos acerca a todos.

Como en la mayoría de los pueblos de Castilla, el descenso de la población se hace sentir, por eso nos afanamos en buscar medios para fijar población, sobre todo a través del empleo y de las ayudas a las familias. Eso sí, llegadas las fiestas, no se cabe en el pueblo. Tanto los que vivimos de ordinario aquí, como los que se fueron y viene esporádicamente, sabemos que tenemos dos citas ineludibles: San Sebastián y San Pelayo, ahí es donde damos rienda suelta a nuestra afición taurina, con multitud de festejos, sin olvidar participar en actividades de todo tipo y para todos los públicos que fomentan la convivencia y que supone un acercamiento entre vecinos y visitantes a una tierra enclavada en plena llanura vallisoletana.