Daños en la puerta del centro de salud de Renedo. Rodrigo Jiménez

«El agresor estaba fuera de sí y si llega a entrar al centro de salud hoy no estamos hablando»

El médico de Renedo relata la brutal agresión del familiar de un paciente al que iban a hacer una PCR y que tuvo que esperar porque había salido a una urgencia

J. Sanz

Valladolid

Lunes, 17 de agosto 2020, 11:58

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Una espera de poco más de media hora, y absolutamente justificada, desembocó el domingo por la mañana en un brutal intento de agresión a los dos sanitarios (un médico y un enfermero) que atendían en ese momento el centro de salud de Renedo. Los ... hechos obligaron a cerrar el servicio de urgencias durante 24 horas y a derivar a los pacientes a la capital, mientras que el médico tuvo que cogerse la baja en la mañana de este lunes para intentar recuperarse de lo ocurrido. Todo ocurrió pasadas las diez de mañana, cuando el doctor y el enfermero, el único personal que asistía en ese momento el Punto de Atención Continuada (PAC), regresaban de atender una urgencia para realizar tres pruebas PCR –de detección del coronavirus– a tres pacientes a los que habían citado a las 9:30. El familiar de uno de ellos intentó colarse, acabó amenazando de muerte a los sanitarios y finalmente reventó el cristal de la puerta de entrada al centro de salud a puñetazos. Y «no logró entrar de milagro», suspira el médico antes de incidir en que «el agresor estaba completamente fuera de sí, ciego de ira, y si llega a entrar hoy no estamos hablando».

El punto de atención de urgencias tuvo que cerrar 24 horas debido al trauma sufrido por las víctimas, una de ellas de baja

La Guardia Civil, cuyas patrullas no llegaron a tiempo de interceptar al agresor –él y su allegado, el paciente, huyeron en un coche–, investiga ahora lo ocurrido para localizar, y presumiblemente detener, al sospechoso, un hombre de unos cuarenta años que acompañaba a un chico de 18 que debía hacerse la PCR.

«Habíamos citado a tres pacientes para realizarles la prueba y justo cinco minutos antes (9:25) recibimos un aviso del 112 para atender una urgencia en un domicilio que nos obligó, como es lógico, a salir al enfermero y a mí», recuerda el médico, quien recuerda que los dos regresaron al centro de salud en torno a las diez y cuarto de la mañana. Y allí esperaban los tres pacientes. El acompañante del tercero, de entrada, «exigió ser atendido primero». A lo que los sanitarios le contestaron que debía esperar su turno. «Son pruebas que apenas tardas unos minutos en realizar», apunta el doctor. El caso que el hombre «se puso muy agresivo y comenzó a increparnos» antes de marcharse en el coche, junto al paciente, en un primer momento. Después regresaría. Las víctimas habían avisado ya para entonces a la Guardia Civil ante la agresividad mostrada por el individuo.

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«Os voy a matar»

«Cuando volvió se bajó del coche con una agresividad que no había visto en mi vida, fuera de sí, ciego de ira y soltando todo de tipo de amenazas de muerte vino a por nosotros», añade la víctima, quien explica que dada la situación le pidieron que se tranquilizara y que esperar a la llegada de la patrulla para realizar la prueba a su joven acompañante.

«Se bajó del coche con una agresividad que no había visto en mi vida y vino soltando todo tipo de amenazas de muerte»

La respuesta hizo que «se pusiera más violento aún» y fue directamente a por los sanitarios. «Conseguimos cerrar la puerta por dentro, aunque rompió el cristal de un puñetazo –sufrió cortes en la mano– mientras continuaba diciendo que nos iba a matar y que no iba a parar hasta matarnos». El paciente, por su parte, actuó finalmente en favor de los sanitarios y logró apartarle de la puerta. Después huyeron. «La patrulla tardó un poco en llegar y para entonces ya se habían ido», lamenta el médico, quien advierte de los riesgos de su profesión ante este tipo de situaciones, por la que tanto él como el enfermero y Sacyl han interpuesto la correspondiente denuncia.

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El estado anímico del propio médico y del enfermero obligó a Sacyl a clausurar provisionalmente el centro de salud, que da servicio de urgencias a las localidades de Renedo, Cabezón, Santovenia, Villarmentero y Castronuevo, cuyos pacientes fueron derivados al centro de Pilarica. «La gente debe ser consciente del daño que hace con este tipo de agresiones, y no solo a nosotros sino a todos los pacientes que tuvieron que ir a Pilarica para ser atendidos», lamenta la víctima, quien reconoce que hoy mismo ha pedido la baja. «Anímicamente estoy fatal, necesito unos días para recuperarme y poder volver al trabajo», reconocía el doctor, quien incide en que «jamás había visto a nadie mostrarse con esa agresividad y esa ira hacia nosotros» y reitera que «si consigue entrar al centro de salud lo hubiéramos pasado muy mal».

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