Valladolid

Los rostros de Olmedo que hacen posible el centenario de la Virgen de la Soterraña

En torno a esta celebración, durante todo el año se han desarrollado diferentes actividades en la que han participado numerosos colectivos sociales, culturales y deportivos. Unos actos que culminan desde este jueves, cuando tendrá lugar el acto conmemorativo, y hasta el próximo domingo, momento en el que la imagen volverá a su lugar de veneración en una multitudinaria procesión.

En todos estos actos han tenido especial protagonismo personas como Mari Luz Gimeno, camarera mayor de la Virgen; Javier Yuguero, hermano de la Cofradía de Nuestra Señora con el título del Pino autor de los 'Gozos a Nuestra Señora de la Soterraña', y José María Salamanqués, presidente de la Cofradía Virgen de la Soterraña.

José María Salamanqués comenzó en 1995 su andadura como presidente electo de la Cofradía Virgen de la Soterraña, que aglutina a más de 1.200 hermanos. Un largo periodo de servicio altruista al que le llevó su devoción, desde bien pequeño, por la patrona de Olmedo. Se lo inculcó su tía María, que era Camarera de la Virgen llevándole, pese a que en aquella época vivía en Valladolid, al templo.

Durante todos estos años la cofradía, sin perder su esencia y los fines para los que fue fundada siglos atrás y posteriormente refundada en 1916, ha ido adaptándose a los nuevos tiempos, así como dinamizando sus actividades para captar la atención de los files devotos y otros nuevos que se han ido sumando. Sin embargo, precisamente cuando se cumple el centenario de la coronación canónica de la imagen y 29 años después de ser elegido presidente, ha decidido echarse a un lado para que otro equipo directivo tome el testigo.

En esos 29 años ha logrado que los cofrades sean más participes, con numerosas experiencias y actividades de las que se siente orgulloso. No obstante, guardará siempre con buen recuerdo esta conmemoración, para la que su equipo se ha volcado estos dos últimos dos años. Mirando atrás, no puede olvidar a quienes le han acompañado durante todo este tiempo y ya no están. Aunque desconoce si ha se ha formado alguna candidatura, a la que siempre estará dispuesto a ayudar desde su experiencia como un cofrade más, su deseo es que en ese equipo se combine renovación y experiencia.

Es la mayor de las camareras de la Virgen de la Soterraña, servicio que lleva prestando desde 1992, si bien ya años antes empezó a ayudar en la labor. Buena parte de su vida ha girado en torno a la patrona de la villa de Olmedo y los pueblos de su Tierra, y la proximidad de la residencia familiar de sus padres hicieron que la iglesia de San Miguel y la cripta en la que se aloja la imagen se convirtieran desde bien pequeña en lugar obligado de visita diaria y hasta de juegos y encuentro con las amigas.

El cargo de camarera lo asumió tras fallecer su antecesora, Tere Molpeceres, si bien desde 2019 cuenta con la inestimable colaboración de Pilar García y Rosa Villar. Para ella, que ha vivido las tres importantes conmemoraciones que se han celebrado desde la coronación canónica el 10 de octubre de 1924 -los 25 años siendo una niña, los 50 recién casada y los 75 ya como camarera-, la celebración del centenario es una de las cosas que nunca imaginaba que iba a poder vivir con «tanta intensidad y emoción», como admite.

Y no es para menos, ya que su devoción por la patrona olmedana se extiende a toda su familia. Su hijo Raúl Fernández es actualmente, y por segunda vez, el Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora con el título del Pino, y uno de sus nietos, como hace un cuarto de siglo también lo hizo su hijo, será uno de los heraldos que a caballo anunciarán las celebraciones religiosas conmemorativas.

En su mente se amontonan innumerables nombres de personas que no van a poder vivir este acontecimiento, recuerdos imborrables de cientos de celebraciones en los que los servicios ha sido necesarios y un sinfín de anécdotas. Aunque si hay algo que no olvidará será el peregrinaje y la visita de su querida Virgen de las Soterraña el pasado fin de semana a los siete pueblos de la Tierra de Olmedo.

Javier Yuguero, además de hermano de la Cofradía de Nuestra Señora con el título del Pino, es el autor de 'Los gozos a Nuestra Señora de la Soterraña' y desde muy niño un entusiasta investigador y devoto de la patrona de Olmedo, amén de coleccionista de todo aquello que lleve el nombre de esta o haga referencia a la misma. La idea de escribir dichos gozos surge ante la imposibilidad de encontrar nada en ningún archivo sobre la existencia de este género literario en forma de poesía.

Aunque al principio, bolígrafo en mano y folio sobre la mesa, le costó un poco, asegura que cuando se junta devoción, sentimiento y respeto hacia la Virgen, no se necesita pensar mucho para escribir, ya que las palabras «van surgiendo del corazón y solo hay que ir escribiéndolas». En 'Los gozos a Nuestra Señora de Las Soterraña' se hace referencia a los años que estuvo oculta la imagen, el encuentro con el rey Alfonso VI, sus milagros y a la devoción que siente el pueblo de Olmedo hacia ella.

Estos escritos, pasados por el Registro General de la Propiedad Intelectual desde 2017, cierran un ciclo después de que en 2015 editara el libro 'Nuestra Señora de la Soterraña. Patrona de Olmedo y su Tierra'. También ha donado junto a su mujer, Julia Benito, un manto para la imagen en conmemoración del 450 aniversario de la fundación de la cofradía de la que es hermano, faltaba solo presentarlos y ofrecerlos públicamente. Solo tenía que esperar un gran día, un gran momento, un gran año para hacerlo como servicio al culto de la excelsa patrona. Y no podía ser otro día que el 1 de mayo fiesta de su querida cofradía, el primer día de las ofrendas a la imagen en su capilla, y este 2024 cuando se conmemora el centenario de su coronación canónica.