Rioseco brinda una multitudinaria despedida a Eduardo Franco, su exalcalde

La distancia de seguridad y las medidas de precaución frente al contagio se dieron cita hoy en la multitudinaria despedida que Medina de Rioseco rindió en la iglesia de Santa María a Eduardo Franco, el que fuera su histórico alcalde por el PSOE durante más de tres lustros (1983-1999). Franco había fallecido en la medianoche del día anterior a los 85 años de edad. Al funeral acudió el actual alcalde, David Esteban, quien expresó que «nos deja una persona buena que luchó con toda su alma por mejorar el bienestar de los riosecanos con generosidad en el esfuerzo, con compromiso, y que trató de ser siempre el alcalde de todos. Rioseco está de luto, nos queda su gran legado». Junto a Esteban, en las primeras filas del templo, estuvieron los exalcaldes Manuel Fuentes y Artemio Domínguez, predecesor y sucesor de Franco en la alcaldía. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto, con las banderas de los edificios municipales a media asta y la suspensión de todos los actos oficiales.

El funeral fue oficiado por el párroco, Juan Carlos Fraile, al que acompañó el misionero claretiano Eugenio Jesús Oterino, quien manifestó su agradecimiento porque Eduardo Franco hubiera reconocido los 100 años de los Misioneros del Corazón de Jesús en Rioseco poniendo el nombre de una calle a Antonio María Claret y concediéndoles una mención especial.

Franco fue concejal en el gobierno municipal entre 1973 y 1979 y, ya en la democracia, entre 1979 y 1983 y entre 1999 y 2007, en la oposición. También fue diputado provincial durante varios mandatos y presidente de la Institución Cultural Simancas. Durante sus años de alcalde, Franco llevó a cabo obras tan importantes como la estación de autobuses, el mercado de ganado, el pabellón cubierto del polideportivo, la Casa de Cultura, la restauración del Teatro Principal o la rehabilitación de la centenaria plaza de toros.

Fue en 2010 pregonero de la Semana Santa de Rioseco y participó en la fundación del CD Rioseco, siendo el socio número uno.