![Un retrato para el Papa desde Palazuelo](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202010/24/media/cortadas/retratopapa-kQ3B-U120556847796M1B-1968x1216@El%20Norte.jpg)
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La ilusión es uno de los motores más importantes de la vida. Esa cualidad la despliega la vecina de Palazuelo de Vedija Teo Fernández López, que a sus 81 años de longeva edad ha regalado al Papa Francisco el cuadro que ha realizado con la imagen de su santidad a partir de miles y miles de puntadas de cruz. El motivo de este singular retrato se encuentra en que el Papa Francisco tiene el nombre de su marido y de su hijo, que además cumple los años el mismo día en el que fue elegido pontífice en 2013, el 13 de marzo. Por eso, cuando tuvo el modelo de una revista con la imagen papal en punto de cruz, tras ampliarla, comenzó ese mismo año una ardua tarea que la llevaría más de seis meses, con hasta cuatro horas de trabajo diario y miles de puntadas.
Vecinos y amigos siguieron de cerca la confección de la difícil manualidad, animándola, preguntándole qué tal iba el Papa. Algunos incluso creyeron que no terminaría nunca por la dificultad del trabajo. Lo cierto es que lo concluyó y fue el momento de pensar en la posibilidad de hacérselo llegar.
En 2016, la veterana vecina de Palazuelo viajó a Roma para asistir a la canonización del beato Ludovico Pavoni, fundador de la congregación de los Hijos de María Inmaculada, a la que pertenece su hijo José María, en misión en una parroquia del distrito madrileño de Vicálvaro, con gran actividad en Cáritas y Proyecto Hombre. Teo tuvo el privilegio de poder estar tan cerca del Papa que quiso acercarse cuando salía del acto para decirle que le había hecho el cuadro y que sería un honor regalárselo, pero la policía se lo impidió.
Cuando falleció su hermano Tomás (su marido, Francisco Escudero, había muerto en 2011), el sacerdote Francisco Casas le animó a hablar por teléfono con alguno de los voluntarios de la red creada para combatir la soledad. Fue el momento en que un voluntario que tenía relación con el Vaticano se comprometió a hacer llegar una fotografía de la manualidad. Una fotografía que hizo y envió por correo electrónico al voluntario su joven vecino el fotógrafo Gabriel Pascual, con broma incluida cuando un día llamó a Teo diciéndole que la llamaban desde el Vaticano.
La mayor alegría de Teo era que su santidad viese la foto y pudiese valorar el trabajo y el esfuerzo de miles de puntadas de punto de cruz realizadas por una mujer de más de 80 años. Un deseo que se hizo realidad cuando Teo supo que una réplica fotográfica de su trabajo había estado presente como regalo en la audiencia del Papa de los miércoles. De ahí su gran regocijo cuando hace unos días la veterana vedijana recibió una carta de la Secretaría de Estado del Vaticano en la que, junto a un rosario y una fotografía, le hacían llegar el agradecimiento del Santo Padre hacia «este gesto de cordial cercanía», animando a Teo a seguir dando testimonio con su vida de la alegría del Evangelio, a la vez que le «imparte de corazón la implorada Bendición Apostólica».
Teo Fernández muestra estos días su gran ilusión y emoción por la carta recibida. «Todo ha sucedido muy rápido, en cosa de un mes», afirma. En agradecimiento, en su faceta de poetisa, Teo ha dedicado también dos poemas al Santo Padre, que ya están camino del Vaticano siguiendo la ruta de su anterior envío.
Con lo que cuenta Teo desde hace años es con el reconocimiento y agradecimiento de vecinos, amigos y familiares a su incansable voluntad de colaborar como presidenta de la asociación cultural Marrandiel y de la Asociación Española contra el Cáncer, siendo lademás a primera jueza de paz que tuvo Palazuelo de Vedija durante 19 años. Además, lleva 35 años de catequista y es la sacristana de la iglesia, con la simpática anécdota de que un hombre que entró en el templo le dijo que era ateo, a lo que ella respondió con gran gracia que ella era Teo. Esta carismática vecina de la villa vedijana siempre muestra su orgullo por su condición de poetisa, que inició a los 50 años al realizar el graduado. Por eso tiene clara «la importancia de colaborar y ayudar en todo lo que se pueda». Su constante voluntad de colaborar fue reconocida en 2008 por los premios Un Diez para Diez, en la categoría de voluntariado cultural.
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Iker Elduayen y Amaia Oficialdegui
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