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La sala de trabajos de los monjes cistercienses del monasterio de Santa María de Valbuena, en San Bernardo –pedanía de Valbuena de Duero–, fue el espacio escogido para presentar las últimas obras de arte religioso restauradas por la Fundación Las Edades del Hombre en colaboración con la Diputación de Valladolid y pertenecientes a iglesias de los municipios de Aguilar de Campos, Alcazarén, Fontihoyuelo, Pesquera y Robladillo.
En esta ocasión, las piezas de arte sacro recuperadas se corresponden a cuatro tallas y dos lienzos, que regresarán a sus localidades para ser veneradas en sus parroquias.
Se trata de una imagen del Martirio de San Sebastián, del siglo XVI, atribuida a Benito Elías y Jacques Bernal y perteneciente a Aguilar; una talla de la Virgen con el niño, anónima, del siglo XVI y de la iglesia de Alcazarén; una imagen de Santa Marina, de autor anónimo, datada del siglo XVIII y que corresponde a Fontihoyuelo; dos lienzos, uno de la Adoración de los pastores y otro de la Adoración de los Reyes Magos, ambos de Baltasar de la Puente, fechados en 1679 y que pertenecen a la parroquia de Pesquera de Duero; y un Cristo crucificado, anónimo, atribuido al siglo XVI y perteneciente a Robladillo.
El secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, José Enrique Martín, aprovechó la ocasión para «transmitir nuestro profundo agradecimiento a la Diputación de Valladolid por hacer posible este convenio». «Somos compañeros de viaje desde 2002, año en el que estableció la Fundación su sede en el monasterio (de Santa María de Valbuena) y desde entonces nos dan la oportunidad de desarrollar este trabajo», añadió.
Por otra parte, Martín consideró que la Fundación ha contribuido «notablemente a la preservación y difusión del patrimonio, en este caso del ámbito rural» desde que comenzara su andadura en 1988.
Por su parte, la vicepresidenta segunda de la institución provincial, Gema Gómez, afirmó que ayer era un día «especialmente significativo porque son ya 19 convenios y veinte años de colaboración entre la Diputación la Fundación para garantizar el cuidado y la pervivencia de nuestro patrimonio».
«Es una colaboración muy fructífera de la que debemos estar todos orgullosos y muy agradecidos», continuó. El párroco de Robladillo, Juan Pablo Hervada, hizo de portavoz de las parroquias y ayuntamientos que recibirán las obras restauradas y agradeció «todos estos años en los que se ha ido interviniendo, especialmente en parroquias pequeñas, que tienen pocos recursos y gracias a ello podemos disfrutar de nuevo de estas imágenes tan hermosas».
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