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La directiva de la cofradía y el restaurador Ángel Martín junto al Ecce Homo tras su restauración Fernando Fradejas

Valladolid

Una restauración del Ecce Homo de Rioseco facilitará vestir su túnica

La intervención, por la que también se han humanizado los rasgos del Cristo bajo la túnica, fue presentada a la hermandad por su restaurador, Ángel Martín, en una junta en la que se hizo hermano de honor al tesorero, José Antonio López

Miércoles, 12 de febrero 2025, 20:32

La bella escultura del Ecce Homo de la Semana Santa de Medina de Rioseco cuando el próximo Jueves Santo salga a la calle en su procesión lucirá su última restauración, que ha realizado el escultor y restaurador riosecano Ángel Martín con el doble objetivo ... de facilitar las labores que cada año se tienen que realizar a la hora de vestir la escultura, así como hacer más humanas las partes del cuerpo que van baja la túnica.

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Con las indicaciones del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, «la restauración ha pretendido que podamos vestir al Cristo con la menor manipulación posible, sin que se tenga que quitar la cabeza», según expresó el presidente de la hermandad, Jesús Ángel Criado, quien señaló que el siguiente paso para conseguirlo será restaurar la túnica o hacerla nueva. También destacó la excelente impresión humana que ahora dan las distintas partes del cuerpo del Cristo que no se ven.

El Ecce Homo es la única talla de vestir de la Semana Santa de Medina de Rioseco en la que solo están talladas la cabeza, las manos y los pies, por lo que, para conseguir los objetivos que pretendían la restauración, Ángel Martín, además de reforzar el bastidor interno con maderas y tablas, ha articulado los brazos, lo que facilitará el trabajo de vestir al Cristo. También ha colocado distintos postizos tallados en piernas, brazos, hombros, espalda y costados, con los que «se ha conseguido la impresión de que debajo la túnica hay un cuerpo humano», en palabra del restaurador, quien destacó que «todas las intervenciones son reversibles». Martín explicó que también se han limpiado manos y pies, apareciendo varias gotas de sangre ocultas bajo la suciedad, y se han restaurado varias faltas de la cabeza. La idea es que, tras la intervención de la túnica, los pies y los escalones del estrado en el que está sentado se puedan ver durante la procesión.

La intervención fue explicada por el propio Ángel Martín el pasado fin de semana en una junta en la que también se hizo hermano de honor al tesorero, José Antonio López, en agradecimiento por su trayectoria en la cofradía y sus tres décadas como tesorero, en un honor que también tuvieron hace años los cofrades Jesús Galindo y Julián Sánchez.

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«Cristo sentado se presenta al pueblo precedido por la arrogante figura de Pilatos. Lleva Jesús una corona de espinas metálica, la caña entrecruzada en las manos y una túnica de terciopelo morado bordada en oro, siendo la única imagen concebida desde sus orígenes para ser vestida de entre las titulares de las de la Semana Santa». Es como describen al Ecce Homo de Rioseco los historiadores del arte riosecanos Ramón Pérez de Castro y Virginia Asensio en su completo estudio sobre la Semana Santa de la Ciudad de los Almirantes, haciendo ver que perteneció a la primitiva cofradía de la Pasión, ubicada en la iglesia Santa Cruz, y que es obra de un escultor vallisoletano en torno al segundo cuarto del siglo XVII. El paso se completa con la escultura de Poncio Pilatos, que señala el rostro de Cristo con la mano derecha mientras con la izquierda se apoya en la barandilla del Pretorio. Es obra de 1901 del artista vallisoletano Claudio Tordera.

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