IRPF

La renta media del pueblo más rico de Valladolid triplica la del más pobre

Lo refleja la estadística por municipios de la declaración del Impuesto de la Renta 2022, el último ejercicio liquidado, que ha publicado este año la Agencia Tributaria (AEAT). El examen localidad a localidad de la parte relativa a los rendimientos totales del trabajo sitúa en lo alto del ranking a los simanquinos, con unos ingresos medios por contribuyente de 36.689 euros. Una cifra que está muy lejos de los 10.301 que comunican los marzaleros.

Conviene insistir en que esas cantidades se refieren exclusivamente a lo que se percibe en concepto de rentas laborales, «no al total que gana la gente en cada pueblo», como acotan fuentes de la AEAT. Y es así porque hay rentas de otro tipo que aquí no están contempladas, como las procedentes de las actividades económicas, el capital mobiliario o inmobiliario o las ganancias patrimoniales. Aun así, con estos datos es posible hacerse una idea de cuál es la situación económica de los vecinos de cada núcleo

Simancas y Marzales son los dos extremos de la lista de los 225 pueblos vallisoletanos, a los que hay que añadir la cabecera urbana. Una prolija tabla que revela que el año pasado hubo 302.270 declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en la provincia, de los que 278.924 anotaron algo en la casilla que recoge el «total de los ingresos computables» por su desempeño laboral. En conjunto sumaron 7.230 millones de euros, lo que da un promedio de 25.922 por cada ciudadano que cumplió con el fisco.

Se trata de un montante muy similar al calculado para el conjunto del país, que se situaba en las mismas fechas en 26.053 euros y es el resultado de poner en relación los 20.984.383 declarantes de rendimientos del trabajo con los 546.696 millones que entraron en sus cuentas corrientes vía nómina. Una cifra, por cierto, a la que Valladolid aportó únicamente el 1,3%.

Si se pone el foco en la capital, el resultado son unos ingresos medios por contribuyente de 27.156 euros. Para encontrarla hay que bajar hasta sexto puesto, dado que además de Simancas están por delante de la ciudad del Pisuerga otros cuatro municipios de su pujante alfoz: Boecillo, con 31.436 euros por cada obligado a declarar; Arroyo de la Encomienda, con 28.979; Renedo de Esgueva, con 28.096 euros, y Zaratán, donde se registran 27.464.

Por encima del promedio provincial y asimismo en el top ten figuran cuatro localidades más, en concreto Castronuevo de Esgueva (26.615 euros), Laguna de Duero (26.564), Viana de Cega (26.293 euros) y Aldeamayor de San Martín, que con 26.036 cierra el bloque de las diez mejores posiciones. Justo a continuación pero ya por debajo de la media provincial figuran Fuensaldaña (25.821 euros) y La Cistérniga (25.797), lo que una vez más confirma la pujanza del área metropolitana.

Mirar la tabla desde abajo pone de relieve que además de Marzales hay otro pueblo que no supera los 11.000 euros de renta media: Cabezón de Valderaduey, con 10.928. Se da la circunstancia de que en ambos solo hubo siete declarantes con ingresos computables de este tipo, el número más reducido junto a Gatón de Campos. En otro par de pequeños municipios se contabilizaron ocho –Fontihoyuelo y Villabaruz de Campos– y en San Salvador presentaron el IRPF con esas características nueve.

Volviendo a las cantidades absolutas, en el antepenúltimo lugar del listado provincial aparece Villamuriel de Campos (12.158 euros), y por encima de este municipio y en orden ascendente San Pelayo (12.229), Pozuelo de la Orden (12.404 euros), Castrillo-Tejeriego (12.536), Castromembibre (12.766 euros) y el citado Villabaruz, Olmos de Peñafiel y Benafarces, con 12.812, 12.822 y 13.124 euros, respectivamente.

El detalle sobre las declaraciones de los contribuyentes incluye otras singularidades, como la posibilidad de conocer cuántos de ellos tienen criptomonedas. De esto no hay desglose provincial, solo autonómico, pero permite comprobar que las operaciones con bitcóin, ethereum, BNB o solana, por poner algunos ejemplos, se han incrementado casi el 30% en la comunidad en un año. Han pasado de las 4.876 que se comunicaron a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria en 2021, el primer ejercicio en el que las transacciones con monedas virtuales contaron con un apartado específico en el IRPF, a las 6.295 del ejercicio 2022. En porcentaje, el 29,1% más.