Valladolid

Los tractoristas vuelven a Peñafiel: «Hemos realizado un trabajo muy importante y duro»

Apenas pasaban unos minutos de la una y media del medio día de este jueves cuando la caravana llegaba a destino después de dos jornadas intensas, de muchos kilómetros rodados y de unas cuantas horas en la capital madrileña haciendo oír sus reivindicaciones.

Uno de los participantes en esta convocatoria ha sido Luis Antonio Arranz, de UCCL, de Olmos de Peñafiel. Recién aparcado el tractor, se muestra contento y satisfecho de la movilización, de la respuesta de sus compañeros y también del apoyo recibido de los madrileños. Arranz señala que «hemos realizado un trabajo muy importante y muy duro, porque salir desde Peñafiel hasta Madrid es un palizón enorme, e incluso ha habido gente que ha llegado desde más lejos, por lo que tiene mucho mérito y mucho esfuerzo. Por ello quiero agradecer a todo el mundo que nos ha apoyado. Esto es una lucha del campo español, sin banderas; representamos a todos los agricultores de España porque tenemos un problema muy serio en el sector».

De vuelta a Olmos, pequeña localidad de la compara de Peñafiel, Luis Antonio señala que «el apoyo ha sido enorme, no nos esperábamos tanta participación, ni de tractores ni de personas a pie. Ha sido algo increíble, algo que hace años que no se hacía. La mayor movilización de los últimos años», indica, por lo que están «contentos con el resultado, y ahora a ver si el ministro toma nota de lo que le hemos expresado todos los agricultores de España y toma cartas en el asunto y empieza a tomar medidas que alivien nuestra situación».

Para Arranz se trata de «una experiencia inolvidable, porque en ciudades como Valladolid están acostumbrados a ver tractores, pero entrar en Madrid en una columna de 200 tractores por las principales calles y con la gente completamente volcada, aplaudiendo todo el mundo, es una sensación muy difícil de describir. Hemos recibido el apoyo por parte de toda la ciudad».

Aunque él no se vio envuelto en ninguno, Arranz cita algún encontronazo puntual con agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado «en alguna calle aledaña a la manifestación». Salvo esos momentos tensos, Luis Antonio estima que «hay que agradecer también» el trabajo que realizó «la Guardia Civil, que nos metió y sacó de la ciudad muy bien». Agradecimiento que extiende «a la ciudad de Madrid por lo bien que nos ha recibido y apoyado».

El convoy de Peñafiel se puso en marcha este martes, a las 14:00 horas, partiendo hacia la localidad segoviana de Cuéllar y de allí hasta San Rafael donde hicieron noche en un hotel, «ya que hacer el viaje del tirón, ir y venir, es imposible; el cuerpo no aguanta tanto tiempo y puedes tener un accidente».

A las siete de la mañana de ayer miércoles salían hacia Madrid, donde «empezamos a tener problemas porque, aunque era una manifestación completamente autorizada, de repente, dicen desde la Delegación del Gobierno que van a entrar solo 500 tractores en la ciudad, y había que repartírselo entre las distintas columnas que íbamos». Arranz lamenta que «se ha quedado mucha gente fuera con los tractores, esa es la nota negativa de la gran manifestación. No entendemos por qué no nos han permitido meter los tractores», recalca el agricultor.

Las retenciones que provocaron esos controles de acceso a la capital «hizo que entrásemos a la ciudad muy tarde, a la una del mediodía, y la manifestación empezó a las dos». Una vez que la convocatoria estuvo en marcha «estuvimos ahí intentando hacer que se nos escuchara, en el mismo Ministerio, donde estuvimos hasta las siete de la tarde, cuando salimos de la ciudad, por lo que tuvimos que hacer noche otra vez en San Rafael donde llegamos a las once y media».

Hoy jueves se ponían en ruta de regreso a casa a las 8:00 horas junto a compañeros que fueron dejando atrás, en Cuéllar y Campaspero, por citar dos ejemplos.

Acompañados por la Guardia Civil, sobre las 13:30 horas arribaban a Peñafiel por la VA-223, desde donde los tractoristas enfilaban a sus respectivas localidades, algunas de la comarca y otras del valle del Esgueva. Luis Antonio, a Olmos de Peñafiel, en el valle del Botijas, donde tiene la nave agrícola en la que guarda el tractor y los aperos de labranza.

Ahora el deseo de todos es que el gran esfuerzo realizado dé sus frutos. «Esperamos que sí», refleja Arranz, «porque ha sido un apoyo multitudinario y esto lo tiene que ver el Ministerio; el gran descontento que hay, el gran problema que tenemos en el campo. A ver si toma medidas porque el problema que tenemos es asfixiante. Hemos llegado a un punto que no vamos a poder más».