Una vecina saluda con cariño al párroco Juan José Muñoz. A. O.

Rábano y Torre agradecen los 40 años de sacerdocio del párroco Juanjo Muñoz

Viernes, 6 de diciembre 2019, 21:48

Juanjo es sinónimo de cercanía, cordialidad, sincera amistad y confianza. Así que no es de extrañar el gran cariño que profesan a Juan José Muñoz Herguedas los vecinos de las parroquias en las que ha ejercido su ministerio, como es el caso de Rábano y ... Torre de Peñafiel. Este viernes, en la primera localidad, sus vecinos demostraron ese afecto llenando el centro cívico para homenajear al sacerdote después de cuarenta años dedicados a estos municipios de la comarca de Peñafiel. Precisamente uno de los vecinos de Rábano, en los discursos que ha habido durante el sentido homenaje, ha querido destacar esa proximidad del sacerdote desde el mismo día de su llegada con ese detalle del nombre, «de cómo Juanjo supuso un antes y un después cuando llegó al pueblo».

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El sentido del humor es otro de los rasgos del carácter de Juanjo, como todo el mundo le llama, sin excepción. Buen talante con el que ha agradecido a los vecinos el homenaje, así como las palabras que le dedicaron las autoridades municipales de los dos pueblos. Discursos en las que destacaron el aspecto humano de Juan José Muñoz, especialmente su entrega y su constante disposición a ayudar en todo momento a sus feligreses.

Natural de Bahabón y de 69 años, Juanjo ha agradecido el cariño recibido con unas emocionadas palabras que ha adornado con ese buen humor que siempre le acompaña. Sobre los elogios recibidos ha señalado que «han sido una pasada, pero una pasada demasiado grande, porque yo creo que no me merezco tanto».

«Sí te lo mereces», han coincidido en destacar desde el público, a lo que el sacerdote ha respondido: «Pues si vosotros lo decís, no se hable más». Respuesta que ha despertado las risas de los presentes. «Me halaga y me satisface, me llena de ilusión», ha continuado agradeciendo el sacerdote antes de apuntar que «creo que me habéis elevado de más, y lo que puede ocurrir cuando se eleva tanto a uno es que la caída puede ser mortal», ha bromeado de nuevo. «De todas formas yo os lo agradezco muchísimo, os llevaré siempre conmigo», ha insistido antes de reconocer que «es una pasada veros a todos aquí, al lado de este pobre hombre que soy yo». Esto, ha concluido «es algo que debo de agradeceros toda la vida, eternamente, como dicen los curas». Las palabras de homenaje las ha dicho otro vecino destacando: «Juanjo vino a Rábano como cura y se va como un amigo de todo el pueblo».

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