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«Muy positivo» es el balance que realiza el alcalde de Quintanilla de Onésimo, Carlos del Barrio, del fin de semana. El regidor destaca « ... la cantidad de gente» que ha acudido este sábado y domingo a la localidad a disfrutar de una nueva edición del Mercado Medieval, la vigesimotercera, y también de la Fiesta de la Vendimia, la cual ha tenido lugar este domingo, al mediodía.
Tras un pregón en tono de romance y con un texto que ensalzaba la fiesta que se celebraba y el producto que la protagonizaba, el vino, se llevó a cabo el tradicional pisado de la uva en la Plaza Mayor de este municipio representativo de la Ribera del Duero. Cuatro niños de la localidad han sido los encargados de realizar el rito del pisado. Lo hicieron por parejas, turnándose. Primero dieron vueltas a la prensa, en la que se depositaron los racimos de uvas, Hugo Medrano y Jesús Rodríguez; y a continuación, les relevaron en la labor, Verónica Pérez y Aarón Zapico.
Los cuatro niños se aplicaron a fondo en la tarea de extraer el mosto, obteniendo con ello una generosa cantidad del mismo que, según escurría de la prensa, era recogido en jarros y repartido entre el público para su degustación, algo que pudieron acompañar los asistentes al acto con pastas típicas de la zona, distribuidas también de forma generosa.
Plena satisfacción la mostrada por el alcalde por el nuevo éxito de convocatoria de este evento, un mercado que se consolida en todo un referente en la provincia, además de ser uno de los más veteranos, uno de los primeros en desarrollarse en Valladolid, «entre los dos o tres más veteranos de la provincia», destaca Del Barrio.
El alcalde explica que «no hemos visto nunca tanta gente», y eso que siempre acude numerosos visitantes y vecinos a esta propuesta lúdica y gastronómica, diseñada para toda la familia. La gran afluencia «se mide en el termómetro de la hostelería; los hosteleros son los que han visto el movimiento de personas estos días, así como los responsables de los puestos, que también han tenido buenas ventas», como le han transmitido al regidor.
También han tenido mucha afluencia los puestos gastronómicos de la feria, así como los restaurantes del municipio y los bares, ambiente que también fue elevado durante la noche y madrugada del sábado al domingo. El mercado atrae a mucha gente que luego también se distribuye por los diferentes locales hosteleros del pueblo, se establecen vasos comunicantes entre ellos, lo que redunda en beneficio de todos. «Este mercado estaba más que consolidado pero, con esto, con un fin de semana como el que hemos disfrutado, nos sirve como acicate, en seguir organizando actividades que atraigan a la gente.
Trabajaremos más, para atraer a más gente el año que viene». «La oferta gastronómica es una de las cosas que más atrae a la gente», señala Del Barrio, quien considera que esta fiesta está avalada por el éxito. Un éxito cuya clave reside en la implicación de los vecinos, según testimonia el alcalde. «Fueron los vecinos quienes empezaron a organizarlo, eso es importante» señala. «Ha ido cogiendo carrerilla y ahí está el resultado».
«Son veintitrés años ya de funcionamiento, con un formato muy parecido. Se hace algún cambio pero el formato es el mismo, y ahí estamos, siendo uno de los mercados medievales más antiguos de la provincia».
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