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Arancha, una de las quintas, sacando la cinta de los puros L. Negro
Valladolid

Los quintos se lucen corriendo las cintas en Torrelobatón

10 jóvenes de entre 18 y 19 años, cumplieron con esta antigua tradición a caballo

Laura Negro

Valladolid

Martes, 4 de marzo 2025, 20:37

No hay fecha en el calendario más importante para un quinto de Torrelobatón, que el martes de carnaval. Es un día de emociones, de diversión, ... de nervios y, sobre todo, de respeto por una de las tradiciones más antiguas del municipio, la carrera de cintas a caballo. Diez jóvenes de la localidad, Natalia, Laura, Nerea, Martina, Andrea, Arancha, Jorge, Ismael, Sheila y Lucía lo vivieron ayer por todo lo alto.

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A media mañana se reunieron en la Plaza Mayor a lomos de sus caballos engalanados con lazos y mantones. Desde allí, acompañados del sonido de la dulzaina y el tamboril, partieron hasta el camino de Velliza. Tras ellos, numerosos familiares, amigos y vecinos que deseaban acompañarles en tan especial momento.

Los mayores del pueblo prepararon el cajón. Dentro había varios carretes. En ellos se enrollan las cintas de colores y se deja visible una argolla. Uno tira de la soga y empieza la función. Las primeras pasadas a caballo son de reconocimiento. Para que los animales se hagan al terreno. A la tercera ya va la buena, los animales arrecian el paso y los quintos afinan puntería y alzan el punzón.

Con más o menos suerte van pasando de uno en uno bajo el cajón. La primera en conseguir cinta fue Lucía y, como manda la tradición, los familiares más cercanos fueron corriendo a atársela en el brazo. «Es un día muy emocionante para ellos y también para nosotros. Yo las corrí en 1989 y lo recuerdo como si fuera ahora. Me hace muchísima ilusión que mi hija Natalia las corra también», comenta Luis Enrique Martín, padre de una de las quintas, sin quitar la vista del camino por donde corren los caballos.

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Natalia, una de las quintas, sacando una cinta del cajón L. Negro

El pueblo entero está de fiesta y los torreños dan buena cuenta de las pastas, los embutidos y, sobre todo, del aguardiente que ayuda a entrar en calor en una mañana que está muy fría. Los torreños más jóvenes no pierden de vista la carrera, saben que algún día les tocará a ellos. «Nosotros somos quintos al año que viene. Ya lo estamos deseando», dicen Luis y Romeo. «Es un día precioso e increíble», añade Luna

Llega la última tanda de cintas, la más esperada. Entre ellas se encuentra 'la de los puros', con los colores de la bandera nacional. Obtenerla conlleva invitar a todo el pueblo a puros, un precio que bien merece la pena por llevarse ese recuerdo. Tras varios intentos, finalmente fue Arancha quien logró hacerse con ella mientras el público aplaudía.

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La carrera concluyó y los quintos y quintas se dirigieron al galope hasta la explanada del castillo, donde posaron para una foto de familia y compartieron momentos de celebración con familiares y amigos.

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