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No hubo niebla, como anunciaban las previsiones, pero sí una helada monumental que ayer ahondó aún más en los efectos del temporal al convertir la nieve acumulada en «bloques de hielo» con los que literalmente no pueden las máquinas quitanieves de la empresa encargada del ... mantenimiento de las carretera provinciales. Así que en muchos puntos son los propios vecinos u operarios con maquinaria de empresas locales los que intentan abrir vías de paso en las dieciocho carreteras secundarias –diecisiete de titularidad de la Diputación y una de la Junta– que ayer continuaban intransitables. Muchas de ellas se concentran en el entorno de la unión de los valles del Duero y el Esgueva, donde ayer lograron despejar la calzada de la VP-3014 (Piñel de Abajo-Encinas), pero en la que permanecen cortadas o con dificultades para transitar otras muchas vías del entorno.
«Las quitanieves no podían levantar la capa de hielo y, al final, han sido tractoristas u operarios locales los que están intentando despejar las vías para después facilitar que se pueda esparcir sal», relatan vecinos de Piñel de Abajo, donde un agricultor tuvo que tirar ayer de tractor para despejar una calzada en la carretera que conduce a Castroverde (VP-3013) para facilitar el acceso a una bodega situada en el páramo. Allí el mercurio rondó anoche los once grados bajo cero, como muestran los picos de -11,6 y -11,3 grados alcanzados en Sardón de Duero y Peñafiel. Escenas similares se repitieron ayer y en los días previos en municipios cercanos como Castrillo-Tejeriego.
El mercurio, sin embargo, aún descendió más con un pico de -13,3 grados registrado en Fuente El Sol, cuya alcaldesa, Consuelo Sánchez, relataba que el pueblo, pese a todo, vivía una relativa normalidad. «Hemos hecho acopio de sal y despejado las principales calles en puntos sensibles como la entrada al consultorio, pero más allá de estar congelados y de haber tenido alguna rotura puntual de tuberías particulares, estamos bien», explicó.
Los problemas por las placas de hielo también complicaron ayer el paso de peatones en distintos puntos de la capital, donde el mercurio alcanzó los -6,7 grados. Llegó a cortarse la plaza de Santa Cruz y las ambulancias atendieron a cinco mayores heridos por caídas en puntos tan dispares como las calles Rondilla de Santa Teresa, Nueva del Carmen, Embajadores, Ramón Pradera y Poniente.
La provincia continuará hoy y mañana en alerta por bajas temperaturas inferiores a -5 grados.
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