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El Procurador del Común de Castilla y León, Tomás Quintana, recomienda a la Consejería de Sanidad la «verificación» del cumplimiento del horario de los profesionales en los consultorios locales, «concretamente en el de Pedrajas de San Esteban», con el fin de «evitar eventuales incumplimientos ... del mismo y conductas inapropiadas como las denunciadas».
El Defensor autonómico realiza esta apreciación tras investigar una queja sobre deficiencias en la atención sanitaria en la zona de salud de Íscar, que trasladaba a Quintana los «obstáculos» para recibir atención presencial en Pedrajas de San Esteban y denunciaba la existencia de «consultas simuladas por parte del personal de enfermería para bloquear tramos de horarios y disponer de ese tiempo como libre», recoge textualmente la resolución del Procurador del Común.
Desde la Consejería de Sanidad trasladaron a Quintana que los vecinos de la localidad son atendidos por tres doctores, dos enfermeras y un auxiliar administrativo, de ocho de la mañana a tres de la tarde, aunque las consultas se inician «con posterioridad» porque estos profesionales realizan otras tareas además de las asistenciales. Uno de los facultativos pasa consulta también en las poblaciones vecinas a Pedrajas de Megeces y Cogeces de Íscar.
Añaden que el coordinador del centro de salud iscariense controla de manera «aleatoria» el horario de este personal y que «no se han detectado citas ficticias ni incumplimientos», además de defender que no hay problemas para que los pacientes vean a médicos y enfermeras cara a cara, superando en número las consultas presenciales a las telefónicas desde el 1 de agosto. Además, defienden la «necesidad de las consultas telemáticas y la aplicación de los protocolos de seguridad para prevenir la transmisión de la covid-19».
Tras valorar esos argumentos y datos, el Procurador del Común reconoce que los términos de la queja que ha recibido son «bastante concluyentes» e invita a la consejería y al personal de dirección de ese centro de salud a extremar los controles sobre el asunto de los horarios o las posibles citas ficticias para evitar «incluso, que se trate de malos entendidos o, menos aún, de actitudes aisladas que serían intolerables».
Tomás Quintana incide también en la necesidad de primar la atención presencial en los entornos rurales, con perfiles de pacientes de edad avanzada y enfermedades crónicas, a lo que se suman las dificultades de conectividad y para acceder a recursos digitales. Recuerda a los responsables de la Consejería de Sanidad que la teleconsulta «ha de verse como un complemento y no como una alternativa, como parece que se concibe en este momento».
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