Un premio para un plan medioambiental en un pueblo de Valladolid

Como exponen desde Prao de Luyas, su iniciativa, tiene como objetivo «repoblar montes y pueblos». En el caso de los pueblos lo hacen a través de la adquisición y rehabilitación de viviendas en Piñel de Abajo para nuevos pobladores jóvenes y con familia. En cuanto a los montes, la reforestación en la que están inmersos desde hace años ha alcanzado la cifra de 50.000 árboles plantados en el pueblo y su entorno. `Planta un árbol y pon una teja´ se nutre de pequeñas colaboraciones -4 euros para las viviendas y 3 euros para los árboles-, tanto realizadas por personas particulares como por empresas que se han sumado a esta iniciativa.

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Entre los objetivos de reforestar, también está el de crear empleo, recursos económicos circulares, y aumentar el número de viviendas habitadas en el municipio, eliminando, a la vez, viviendas en ruinas del pueblo.

Sobre este premio, Eduardo Perote, cara visible de Prao de Luyas, explica que «es algo muy bonito, es un reconocimiento a un trabajo muy grande y a pequeñas personas, de los pueblos, personas que pasan desapercibidas pero que son muy valiosas. Es un reconocimiento a toda esa gente que con constancia y a lo largo del tiempo están participando de la plantación y de la rehabilitación de las casas. Es un reconocimiento a esas personas que hay en los pueblos, personas valiosas, y que sería extraordinariamente necesario cuidar, porque muchas veces a la gente que hace cosas en los pueblos no es que no les cuidemos, es que muchas veces nos portamos fatalmente con ellas».

Ampliar

Dieciséis años reforestando han conseguido plantar «51.000 árboles, abarcando una superficie de 100 hectáreas, tanto de monte público como privado, y continuamos reforestando. La idea es llegar este año a los 55.000 árboles», señala Perote. No solo plantar, sino hacerlo con las garantías necesarias para alcanzar el éxito de arraigo de las plantas que han logrado, además de acondicionar laderas y el terreno para evitar escorrentías y la erosión del suelo.

En cuanto a las casas que están arreglando, este acción la emprendieron hace cinco años, y en tan solo ese tiempo «tenemos ya tres viviendas y hemos comprado también dos lagares. También hay particulares que nos están ofreciendo muebles para amueblar las casas», indica Perote, quien destaca las múltiples actividades que desarrollan en Piñel de Abajo a lo largo del año, además del proyecto merecedor del Premio Fuentes Claras. Prao de Luyas desarrolla un importante número de jornadas «que también están sirviendo para generar pequeñas iniciativas económicas», jornadas como la de la feria del tomate, de la cereza, o de la fruticultura, por citar algunas de las más destacadas.