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«Es lo de siempre». Una reivindicación «que viene de atrás», pero esta vez quieren que sea la «definitiva». Que las instituciones escuchen sus peticiones y les «respondan». La ladera que bordea la carretera VP-2202, de titularidad provincial y que une Portillo con Arrabal, ... presenta «un enorme talud sin ningún tipo de retención que origina que en épocas de lluvias se produzcan desprendimientos de tierras y piedras, algunas de un tamaño superior a los treinta centímetros, sobre la cuneta y la calzada». De hecho, el alcalde del municipio vallisoletano, Juan Antonio Esteban, asegura que «con las lluvias, cada vez se están desprendiendo más piedras». «Si llueve fuerte se seguirán cayendo, claro. No son rocas de gran tamaño y suelen quedarse al borde de la carretera, pero es algo que deberían revisarlo porque es necesario», argumenta el regidor, quien matiza que, por fortuna, «no hemos sufrido ningún accidente ni ha ido a más».
Por ello, el ayuntamiento portillano ha remitido un escrito a la Diputación de Valladolid para trasladarles su «preocupación por el estado en el que se encuentra la carretera» y para solicitarles que coloquen en el talud del Balcón de Castilla una malla protectora para «darlo un poco de consistencia y seguridad», pues entienden que, al estar situado junto a una vía dependiente de la institución provincial, les corresponde a ellos su mantenimiento e instalación. «En la parte de arriba hay unos pisos que tienen lo menos 35 o 40 años y con las lluvias va a peor; en 2018 ya se les reclamó unas redes, pero no nos responden, no sabemos nada. Todo son buenas palabras pero a la postre no hay ninguna solución ni ninguna respuesta», lamenta.
La Diputación Provincial confirma «tener constancia» del documento, aunque dice que «el talud al que se refieren no es competencia nuestra». Así lo sostiene la diputada de Asistencia y Cooperación a Municipios, Myriam Martín, al tiempo que tiende al Consistorio la mano de la entidad «en todo lo que podamos ayudar». «La carretera es provincial, pero el talud está ahí desde mucho antes de que se construyera esa vía, es bastante anterior y no tiene nada que ver con ella. Esa ladera no se hizo para hacer la carretera, por lo que entendemos que es competencia municipal», insiste la representante. Según señala Martín, la actuación de los operarios de la institución en la citada vía consiste en la limpieza y mantenimiento de la misma. «Limpiamos las piedras que caen de ese talud e intentamos limpiarlo lo más a menudo posible;cuando rebosan las piedras acumuladas, lo que hace conservación de carreteras es pasar y recogerlo, pero lo que nos piden en el escrito no es competencia nuestra, sino que le corresponde al propio ayuntamiento», continúa.
Asimismo, la responsable de la cartera de Asistencia a Municipios anticipa que técnicos de la Diputación se pondrán en contacto con el equipo de Gobierno de Portillo para comunicarles esta situación y ofreciéndoles su ayuda «por si hace falta limpiarlo más a menudo». «No tenemos ningún problema en lo que podamos echarles una mano», incide, mientras asevera que «solemos estar muy vigilantes con esa carretera, los trabajadores pasan a menudo, pero si tienen que hacerlo con más asiduidad por nuestra parte no hay ningún problema», subraya.
Por otra parte, José Antonio Esteban también envió al Palacio de Pimentel, sede de la Diputación de Valladolid, otro comunicado en el que solicitaba la colocación de reductores de velocidad en la carretera VP-1202, desde Íscar hacia Arrabal de Portillo, pues «algunos vehículos que circulan acceden al casco urbano a gran velocidad, provocando con ello situaciones de peligro para peatones y vehículos que precisan atravesarla perpendicularmente desde la calle Francisco Quevedo y Paseo del Arroyo», tal y como reza el texto.
También volvieron a «insistir» a la Junta con solicitudes de actuaciones en la VA-301 y VA-303, instándoles a instalar reductores de velocidad porque «mucha gente viene por aquí para coger la autovía y entran a una velocidad de miedo». «Son tres carreteras con bastante tránsito de vehículos pesados, y muchos entran en el pueblo a toda pastilla. Creemos que así podría corregirse esta problemática y evitar que se produzca algún tipo de accidente», apunta «Todas estas peticiones ya se realizaron en 2018 y en noviembre de 2019, sin obtener respuesta ni resultado alguno de ambas administraciones. Solo pedimos que nos escuchen y nos contesten», comenta el alcalde, mientras se muestra «confiado» en esta vez, «por fin», atiendan sus peticiones «y todos podamos estar más tranquilos y evitar que ocurran accidentes».
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