Pollos y Rueda celebran el día de la Virgen con la suelta de toros del cajón

Una vez allí el toro dio un bonito espectáculo. Un buenísimo novillo, muy bravo, con nobleza que fue a cada uno de los cites de los cortadores, sin el más mínimo feo, para después de un buen rato y donde el público vibró con los diferentes cortes fue introducido en los toriles. Una vez encerrado, se dio suelta a otro novillo, también del hierro de Astolfi, que si no fue como su hermano también resultó bravo, pero con más chispa que el anterior. Salió también fuerte cogiendo la calle para llegar enseguida a la plaza y, después de unos minutos de recortes, se dio suelta al Toro de la Bazanca, para sacarlos a la calle. En ese momento se produjo unos momentos de tensión al abrir uno de los toros una puerta del callejón e intentar meterse, estando el otro en el ruedo.

Después de los movimientos vividos se soltaron los bueyes, saliendo uno de los toros a la calle, y minutos después el otro, aunque enseguida se dio la vuelta, volviendo después el otro y dándose por finalizado el festejo.

A la 13:30 en Rueda se celebraba el Toro del Verdejo 2024, un toro herrado con el 8, pero que no hacía los seis años hasta octubre, con lo cual no incumplía la normativa de la Junta de Castilla y León. Contaba con más de 600 kilos, de Mercedes Pérez Tabernero, y de nombre Pensamiento.

Después de una enorme traca valenciana acabada con humos de colores se levantaba el portón del cajón donde salía Pensamiento, que en su primera intención fue dirigirse de derecha a izquierda hacia los mozos que le esperaban, pero que poco a poco se fue frenando, y se hizo reservón subiendo lentamente la calle hacia la plaza de toros. El enorme toro no cogió en ningún momento fijeza y llevó un ritmo lento en los que los mozos tiraban poco a poco de él hacia el albero de la plaza, llegando al rato sin demasiados sobresaltos.

A pesar de la hora y el calor, y los más de 600 kilos, el toro no había abierto la boca para entonces, y fue en la plaza donde el astado se empezó a entonar, sacando lo que lleva dentro, encaste Jandilla Domecq. Fue de menos a más. Acudió con fijeza y buen tranco a los cites de los recortadores,pero la gente que abarrotaron la calle y la plaza lo querían volver a ver, y fue entonces cuando el siempre activo director de lidia, Daniel Martín, lo sacó a punta de capote en una arrancada que hizo se llevará la ovación de la mañana.

Una vez en la calle, el toro se volvió a parar, no queriendo bajar, teniendo que sacar los mansos. Pero el toro no quiso bueyes, pero sí emprendió poco a poco el camino a la plaza, llegando sin ellos para ser introducido en los toriles. Mucho público, un toro impresionante de kilos y volumen, pero que no dio el juego esperado de él, sobre todo en la calle, y donde al igual que en Pollos no hubo que lamentar heridos.