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Es un mero trámite que no debería causar contratiempos, pero el Ayuntamiento de Laguna de Duero (22.765 vecinos censados el año pasado, según el INE), prefiere prevenir que curar. Ser ante todo precavidos, no correr riesgos innecesarios y, por ello, el acceso a las piscinas municipales -situadas en la calle del Prado, en Torrelago- será gratuito «hasta nuevo aviso». Así lo ha comunicado este miércoles por la mañana el Consistorio a través de un bando en el que, además, ha informado de que la venta de bonos se suspende temporalmente.
Esta decisión radica en el hecho de que la nueva ordenanza de precios públicos está en periodo de exposición pública, y han de esperar a que se cierre el plazo por si se presentaran alegaciones. La nueva normativa que regirá a la localidad se aprobó hace unos días, ante la imposibilidad de expedir este verano abonos, pues la demanda de otros años «supera con creces» el límite de aforo fijado por la Junta de Castilla y León.
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«Lo que no podíamos hacer era vender 2.000 abonos cuando el aforo que nos vienen marcando es bastante menos, no podíamos dejar fuera a tantas personas y partir de la base de que el doble de los usuarios permitidos tienen intención de acudir a diario», ha explicado el alcalde, Román Rodríguez, quien también ha reiterado que a ello habría que sumar las entradas que se venden «sueltas» y que, en condiciones previas a la covid, a las instalaciones podrían acceder hasta 2.500 personas.
Ha optado el Consistorio lagunero por no hacer abonos -que duraban todo el verano- y sustituirlo por bonos de veinte baños. «Cada baño está saliendo a un euro los mayores y a cincuenta céntimos los niños», ha subrayado. Desde el sábado 26, cuando abrieron las piscinas, y «hasta nuevo aviso» -que Rodríguez ha estimado que será en torno al 10 de julio, sábado- todos aquellos que quieran darse un chapuzón en Laguna podrán hacerlo gratuitamente. Deberán, eso sí, 'pedir cita' y reservar su parcela a través de una aplicación. «Queremos dejar claro que se hace esto por un cambio en la ordenanza de precios públicos porque no podíamos vender más abonos que el aforo que nos viene indicando Sanidad. El servicio va a ser muy deficitario, se va a ingresar mucho menos», ha concluido el regidor.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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