Piruetas y loopings en el cielo de Matilla de los Caños

Bajo la organización del Club Acrobático Central y la Real Federación Aeronáutica Española (RFAE), los participantes se enfrentaban a dos modalidades: Clásico, que abarca las categorías de Ilimitado, Avanzado, Intermedio, Deportivo y Elemental, y Freestyle, el arte acrobático en su máxima expresión. En unos seis minutos de vuelo, cada participante debía mostrar sus mejores habilidades a los mandos de una avioneta. Mientras numerosos aficionados observaban desde la terraza de la cafetería cómo los aviones subían en vertical para luego zambullirse en picado y girar sobre su propio eje creando figuras imposibles.

Para Pascual Cantos, gerente del aeródromo anfitrión y todo un apasionado de la aviación, es un orgullo acoger, por cuarto año consecutivo, el Campeonato de España de Vuelo Acrobático. Pascual es el padre de Beatriz Cantos, piloto fallecida en diciembre de 2022 y anterior gerente del aeródromo que ahora lleva su nombre. «Este evento tiene un significado especial para todos nosotros, ya que nos permite honrar la memoria de nuestra querida Beatriz. Ella fue el alma mater de este campeonato. Lo seguimos porque es legado. Además, es una gran oportunidad para dar a conocer nuestras instalaciones, promover la aviación acrobática y poner a prueba nuestras capacidades organizativas de cara a futuros eventos internacionales», explicó muy seguro de que tanto los pilotos como los aficionados pasarán unas jornadas inolvidables durante el campeonato.

La piloto holandesa afincada en Valencia Irene Hijlkema fue la primera participante del campeonato. En las pistas de Matilla estaba también el navarro Cástor Fantoba integrante del equipo español de vuelo acrobático desde 1999, 20 veces campeón de España de vuelo acrobático en diferentes modalidades y subcampeón del mundo por equipos en 2022. No perdía de vista a ninguno de sus compañeros mientras hacían maniobras imposibles en el cielo. «En competición internacional hay cuatro programas. Está el Conocido en el que hay que realizar distintas figuras y rotaciones que previamente te han marcado. El resto de los programas hay que realizarlos sin saber cuáles son y hay que hacerlos perfectos. En este campeonato hay muy buen nivel», explica este experimentado piloto, que participó por la tarde. «Lo principal para realizar este deporte es la precisión ya que el más mínimo desvío penaliza. Cada piloto parte de 10 puntos y cada fallo resta. Venir a Matilla es algo impresionante. El Campeonato de España es muy preciado por todos», prosigue.

Mario Mondaray, piloto del aeródromo vallisoletano también ha acogido «con muchísimas ganas» este prestigioso evento. Él lleva 38 años surcando los cielos. «Venimos a competir, pero no hay rivalidad. Somos una gran familia y hay muy buen rollo entre todos los pilotos. En mi caso es la tercera vez que me presento y reconozco que tengo nervios, pero seguro que lo pasamos bien. Juego con ventaja porque conozco muy bien el aeródromo y porque mi instructor es el gran Camilo Benito», comentaba antes de volar con su Cap 10 de madera.

Joan Comas, llegado desde Sabadell, fue otro de los participantes en la categoría Deportivo. Estaba especialmente emocionado por competir con una avioneta hecha por él mismo, una VANS RV8, la primera de este tipo terminada en España y que lucía un acabado espectacular.

Las pruebas se alargarán hasta el domingo y también habrá homenajes muy especiales, como los dedicados a Manuel 'Coco' Rey y Olivier Masurel, pilotos destacados del CEVA que fallecieron este año. También se dará su lugar a las nuevas generaciones con la celebración de la final de la AcroAcademy, una plataforma diseñada para descubrir e impulsar a jóvenes talentos con licencia PPL (Private Pilot License) y un mínimo de 30 horas de vuelo como piloto al mando, sin experiencia previa en vuelo acrobático. Son 15 los pilotos seleccionados tras un riguroso proceso de evaluación. Los finalistas de esta primera edición, Amin Houkmi y Gonzalo Tuñón, debutarán en la modalidad midiéndose con pilotos experimentados.