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Durante todo este sábado Piñel de Abajo celebra una de sus ferias: la de la cereza y la trufa de verano. Esta fiesta alcanza ya su sexta edición, consolidándose en el calendario de eventos de este tipo que organiza la Asociación Prao de Luyas.
El ... objetivo principal de esta cita, como explica el responsable de la asociación, Eduardo Perote, es el de «apostar por lo que tenemos, sacar el máximo rendimiento de nuestros productos, ponerles en valor. Además, son productos que tienen tirón, tienen gancho», tanto es así que las trufas que han recogido durante la mañana para la feria se han agotado en el mercado que han celebrado durante el mediodía. En este escenario se ha agotado también una de las variedades de cereza puestas a la venta. Por ello, y por la afluencia de público, Perote realiza «una valoración positiva de la feria» que también ha acogido la celebración de distintas actividades para todos los públicos. Además, en esta ocasión, han contado con la presencia de amigos como los productores de cereza de Aragón.
Ambos productos son de temporada, están en su mejor momento y, en el caso de la trufa de verano armoniza a la perfección con multitud de productos y menús de esta época estival. Como señala Perote, Piñel de Abajo posee «la plantación de trufa de verano más grande de Europa, unas 13 hectáreas», 1.500 árboles micorrizados plantados por la asociación, a los que habría que añadir la producción de este hongo que se da de forma silvestre en el entorno del municipio. En un lustro todas esas plantas estarán produciendo la preciada trufa, «un producto que pensamos que es muy interesante». Asimismo, la repoblación forestal que conllevan estas plantaciones aporta otros beneficios evita la erosión de laderas, mejora el paisaje y contribuir en la lucha contra el cambio climático por la absorción de CO2.
En cuanto a la cereza, en el pueblo se han recuperado distintas variedades de frutales, entre ellos el cerezo, intentando recobrar el espíritu del municipio como referente en este tipo de cultivos. En el Catastro del Marqués de la Ensenada se describía a Piñel «como el pueblo de los mil almendros, los mil cerezos y los mil ciruelos». Una vez que los cerezos empezaron a producir fue cuando se lanzó y promovió la feria que protagoniza su fruto junto a la trufa estival.
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