Pesquera inicia el confinamiento sin control en los accesos por un fallo en la comunicación

Solo que esa confirmación no llegó después por la vía habitual, la oficial, la del escrito con membrete. Simplemente, se publicó ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León. «Se restringe la libre entrada y salida de personas del municipio de Pesquera de Duero, salvo aquellos desplazamientos adecuadamente justificados».

Y más abajo, en el punto 3.3, especifica: «Se dará traslado de la presente orden a la Delegación del Gobierno, al Ayuntamiento de Pesquera de Duero, así como a los ayuntamientos limítrofes, a los efectos de recabar su cooperación y colaboración, en su caso, a través de los cuerpos y fuerzas de seguridad y de la policía local, para el control y aplicación de las medidas adoptadas».

Y la Subdelegación del Gobierno, que es quien ha recibido el oficio en confinamientos anteriores, como en los casos de Íscar, Pedrajas o los vecinos en cuarentena en Delicias, se enteró así, Boletín mediante, de que el asunto del confinamiento ya era oficial. Y cuando quisieron ponerse en contacto con la Guardia Civil y preparar un operativo se había pasado media mañana. Una patrulla se acercó más allá del mediodía para intentar hacer cumplir las restricciones, que tienen la flexibilidad que otorga el propio texto publicado por la Junta, que permite salir del municipio para trabajar, asistir a clase, «cumplir obligaciones laborales, profesionales o empresariales», regresar al lugar de residencia habitual...

«No hemos recibido el oficio de petición de auxilio», que es como se llama el procedimiento, según explicaba el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez. «Ellos habitualmente envían el oficio en el que informan de la decisión. Cuando se confinaron otras zonas se adjuntó el escrito del juez que ratificaba las medidas», añadía. Esto hizo que el dispositivo de vigilancia se montara tarde, por lo que durante buena parte de la jornada el confinamiento en Pesquera fue más una cuestión de convicción y responsabilidad individual que de normativa.

Más tarde, el propio subdelegado vallisoletano minimizaba los efectos de esta falta de comunicación oficial. «Es lo mismo que ocurrió con Íscar y Pedrajas, no es un cierre total de la carretera, porque hay muchas cosas que se permiten» y para que fuera un confinamiento como el que se inició en marzo habría que pasar por una declaración de estado de alarma que, a día de hoy, no se contempla en Castilla y León.

Al mismo tiempo, el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, advertía en Soria de que incumplir las restricciones y las cuarentenas impuestas con motivo de la pandemia puede tener consecuencias importantes, incluso penales. «Si es la cuarentena de una PCR positiva o que has tenido que quedarte en casa por contacto con alguien positivo o porque esperas un resultado, hay momentos en los que hay que estar confinados en sus domicilios. Los ciudadanos deben ser conscientes de que deben quedarse en su domicilio. Y quien incumple esas situaciones puede ser objeto de sanción administrativa y de un confinamiento dictado por la autoridad sanitaria», señaló. «Si hay una resolución judicial y alguien incumple un confinamiento se puede producir un delito de desobediencia a los tribunales y eso tiene otras consecuencias que pueden ser de carácter penal».