Pesquera de Duero: optimista futuro con un presente generador de empleo y riqueza

Pesquera de Duero es un referente nacional del sector vitivinícola. Su fuente de riqueza es la vitivinicultura, fuente de riqueza para el municipio, la comarca y para la provincia, pues proporciona empleo incluso a residentes de la capital. Con 32 bodegas y 1.300 hectáreas de viñedo, su nivel de colocación es del 100%. Pesquera es viña, vino y turismo enológico, también una localidad que ofrece posibilidades de conciliar, ya que, además de colegio, desde hace años la localidad dispone de guardería municipal. Ahora, esta es gratuita y los alumnos de Primaria reciben el 100% de ayuda del Ayuntamiento para los libros de texto.

Durante la pandemia, el Consistorio se volcó con los vecinos, algo que también hicieron estos, no solo con su pueblo, sino también con otros de su entorno. Superado el trance, el trabajo consistorial recuperó el día a día retomando los proyectos planificados.

Tres mandatos de alcalde, José Luis Martínez hace balance de los objetivos marcados y consumados. «Todo lo que teníamos previsto lo hemos sacado adelante, independientemente de los años complicados. Hemos seguido actuando y trabajando» y estima que su máxima aspiración, la de lograr la estabilidad del pueblo, se ha conseguido.

En cuanto a proyectos ejecutados, en materia de ahorro energético destaca el cambio del alumbrado a LED en un 90%, y se completará el 10% restante. Esto supone un descenso de la factura eléctrica muy relevante, lo que dota de más recursos al Ayuntamiento para invertir en el pueblo. En obras, se han pavimentado las calles que quedaban pendientes y el saneamiento y agua corriente se ha renovado donde era preciso. Las piscinas también han sido objeto de diferentes acciones de mantenimiento, estando prevista otra destinada a la depuradora. Asimismo, éstas, al igual que el polideportivo, se verán beneficiadas de la electricidad de los paneles solares.

Los retos de este municipio son consustanciales al medio rural: vivienda y población. Dispone de todos los servicios, incluso de alimentación, hostelería y alojamiento, así como una generación de puestos de trabajo sin precedentes, pero la vivienda escasea y los jóvenes acaban residiendo fuera.

Las arcas municipales registran superávit, un remanente económico que el Ayuntamiento desearía invertir en un mayor bienestar de los vecinos, pero que por la ley del techo de gasto no es posible. Todo ello posiciona a la localidad en muy buena situación para encarar positivamente el futuro.

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