Trigueros, el encanto de vivir rodeado de campo infinito

Los pueblos del ámbito comarcal, y de más o menos el tamaño de Trigueros del Valle, están afrontando una situación muy parecida. Nuestra mayor preocupación es mantener a duras penas nuestra población y que los pocos servicios que podamos seguir prestando no se vean reducidos con esta excusa, como puede ser el transporte, nuestros consultorio médico, nuestra pequeña tienda para la compra diaria... Vivir en un pueblo pequeño es una decisión casi romántica, pero que en mi caso no dudaría en volver a tomar.

En nuestro caso el mayor objetivo que tenemos desde que estamos en el Ayuntamiento es, sin duda, muy difícil. Trigueros es un municipio que tiene mucho patrimonio, que fue la historia y el pasado de sus vecinos, lleno de capítulos heroicos por parte de estos, y estaba en una situación que requería intervenciones con carácter urgente para que este fuese el presente y el futuro de este pueblo.

Por ello, nos pusimos manos a la obra convencidos de que uno de nuestros objetivos primordiales sería levantar cada piedra carente de vida y volverla a dotar de la misma, para que este precioso patrimonio fuese disfrutado por las siguientes generaciones de triguereños y causase la admiración y la curiosidad de nuestros visitantes.

Nuestro proyecto de El Castillo Encantado fue, sin duda, mi mayor reto y preocupación. Este tipo de proyectos son muy arriesgados y no tienen el beneplácito de todos tus vecinos. Casi siempre te obligan al desembolso de cantidades que pueden poner en riesgo la economía doméstica de tu ayuntamiento, por lo que este tipo de decisiones ponen a prueba nuestra templanza y capacidad de gestión, teniendo como referencia el tener al día los servicios básicos que demandan nuestros vecinos los cuales deben de ser nuestro objetivo prioritario.

Tenemos dos metas que esperamos conseguir en la localidad, las cuales no son baladís. Por una parte, que mis vecinos se sintiesen orgullosos y cómodos viviendo en este pequeño pueblo de la meseta castellana. Es su casa, su historia, su patrimonio y su futuro. Por otra parte desearía que siguiésemos creciendo en la medida de nuestras posibilidades siempre con unos objetivos bien claros y dirigidos con la mayor humildad y el mejor criterio posible. Soy consciente que son retos difíciles de lograr, dadas las circunstancias con este reto demográfico que nos asalta cada día.

Para mí, Trigueros del Valle es mi hogar. Elegí este pueblo por su encanto, por su belleza, por vivir rodeado de viejas viñas, de un campo infinito. Cuando uno está en su casa lo que hace es cuidarla para sentirse lo más a gusto y feliz posible.

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