Palazuelo de Vedija desentraña su árbol genealógico desde 1635

En aquellos siempre difíciles comienzos, fue fundamental el conocer a través de un amigo a Félix Aparicio, con el árbol genealógico más grande de España. Fue el momento de pasar de una hoja de Excel al programa Hymeritage, una plataforma genealógica 'on-line' que va cruzando los datos. De la rama familiar de Manganeses de Lampreana, donde llegó hasta 1800, José Carlos pasó a la del pueblo natal de su padre, Palazuelo de Vedija, donde además fue haciendo el árbol de otros familiares y allegados en un proyecto que poco a poco se le fue de las manos para acabar siendo el de toda la localidad. Para ello contó, como mejor herramienta, con el archivo digitalizado que posee el Ayuntamiento desde 1635 hasta 2010, con listas de los nacimientos.

José Carlos Martín, al que se conoce como Manganeses, señala que al final se ha logrado «un árbol genealógico permanente de todo un pueblo, pero como algo vivo, ya que mañana nace un niño o alguien se casa y los datos se incorporan».

Este viaje a la historia más familiar de Palazuelo ha permitido a José Carlos saber que «cuando llegas a la cuarta o la quinta generación te das cuenta de que las familias se van juntando, porque en el siglo XVIII se casaban entre ellos, no había medios de transporte y no salían del pueblo». Buceando entre cientos de datos ha encontrado una familia con 15 hijos, que casi todo el pueblo desciende de Santiago Ruiz en el siglo XVII o que en 1977 se casaron tres hermanos el mismo día.

Junto a los árboles de las familias, ha ido poniendo las fotografías que le han ido cediendo las familias, ya que «es algo que gusta mucho a la gente, ver los parecidos», porque de lo contrario «se convierte en un frío listado».

Poco a poco ha ido poniendo las decenas de distintos cuadros de las familias en las paredes de una sala que le ha cedido el Ayuntamiento. Lo que hace que cada vez que se pasa por Palazuelo desde su domicilio en Valladolid sean muchos los que se acerquen a saludarlo y curiosear su ascendencia, como Luis Martín Tessier, quien, aunque vive en Gijón, coincidió con José Carlos en el montaje de su trabajo para, con emoción, poder distinguir a su padre, Sacerdote Martín, marranero nacido en 1922, que el próximo año cumplirá los 100 años. Martín describió este trabajo como «una maravilla que te da la posibilidad de encontrar ramificaciones familiares que no conocías».

La iniciativa ha sido muy bien acogida por los vecinos, que han colaborado facilitando datos y fotografías, muchas antiguas, que se han ido digitalizando, lo que hecho pensar al alcalde, Magín Martín, en la posibilidad de llevar a cabo en un futuro una publicación.

El regidor reconoció que desde un principio la iniciativa le gustó, aunque lo vio como algo imposible, pero «la perseverancia, el trabajo y el esfuerzo de José Carlos lo ha conseguido». «La verdad es que habrá que hacerle un monumento con las horas que está metiendo».

Un paso importante en esta aventura de todo un pueblo se dio cuando José Carlos realizó el árbol genealógico de Dulcinea Irimia, quien al ponerlo al alcance de los clientes de su bar, posibilitó que fueran muchos los que se interesaran por el proyecto y mostrasen su deseo de colaborar y facilitar los datos de sus familias y fotografías. Desde ese momento son muchos los vecinos que han pedido a José Carlos el particular árbol de sus familias.

El árbol genealógico de Palazuelo será inaugurado el 14 de agosto.