Rosalía Renedo: «Mi hijo me lee los guiones y yo los grabo. Los escucho y me los aprendo»
A sus 81 años de edad, Rosalía Renedo García se ha convertido en la integrante más longeva del grupo de teatro 'Bambalinas'. Lleva 31 años formando parte de este elenco de actores que hacen más que teatro (solo le supera Carlos Fernández que lleva un año más en el grupo). A pesar de su edad y de las trabas que le ha puesto la vida, a Rosalía no le faltan fuerzas para ir a clases de gimnasia, ensayos de coro y sobre todo para hacer lo que más le gusta; interpretar un personaje con pasión y energía.
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¿Por qué empezó a ser actriz?
–Me fui quedando ciega poco a poco y me costó aceptarlo. Me dedicaba a la costura y con la ceguera ya no me contrataban. Me afilié a la ONCE y al poco tiempo me integré en el grupo de teatro, me ayudó a superarlo. Yo disfruto con las representaciones y lo que más me gusta es meter al público en la obra.
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Aunque conoce las letras del braille, afirma que no sabe leer a la perfección. ¿Cómo estudia los guiones?
–Mi hijo me los lee y yo los grabo con el Mp3. Los escucho y me los aprendo. Antes lo realizaba con las cintas de casete y como tenía papeles muy largos hasta necesitaba darlas la vuelta. También me he comprado un Milestone con el que puedo leer libros descargándomelos de la biblioteca digital de la ONCE, que tiene más de 64.000 obras.
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–Me ha aportado media vida. Tengo la ilusión de hacer algo importante para mí y para los demás. Ir a hacer una representación y tener esa seguridad de saberte un papel me ha ayudado a salvar mis miedos.
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¿Cómo recuerda su primer día?
–Fue cuando estaba de directora Mercedes Queipo de Llano. En aquellos años se estaba realizando la obra 'Carrusel', de Víctor Ruiz Iriarte, y yo aún veía un poco. Me sirvió para tener confianza en mí misma.
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¿En qué se diferencia un actor ciego de uno que ve?
–En nada, esa es la clave. Cuantas menos diferencias encuentre el público, mejor. La diferencia es que simplemente el espectador ve una obra realizada por unos actores cuya peculiaridad es que son discapacitados visuales.
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¿Qué retos encuentra cuando sube al escenario?
–Lo más difícil es el control del espacio porque te metes en el papel y a veces pierdes esa noción espacial. Tenemos nuestros propios trucos para manejarnos sobre el escenario. Siempre es importante ensayar las distancias.
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¿Qué ha aprendido en estos 31 años de experiencia sobre los escenarios?
–A mantener el tipo y tener más confianza en mi misma.
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¿Qué personaje recuerda con más cariño en todos estos años?
–Me quedo con todos, aunque destacaría el personaje de la abuela de la obra 'Los árboles mueren de pie' de Alejandro Casona.