Olmedo se despide de sus fiestas con un vistoso encierro

La última jornada festiva en Olmedo en honor a San Miguel y San Jerónimo arrancó a las 11:00 horas con la celebración del cuarto encierro tradicional al estilo de la villa. El festejo contó con bastante afluencia de público, dado que en Olmedo, Cuéllar e Íscar era fiesta local. Los espectadores pudieron disfrutar de una suelta que se antojaba complicada, ya que los cuatro novillos pertenecían a diferentes ganaderías y encastes. No obstante, los caballistas lograron conducir a la manada hasta el tramo urbano, aunque lo hicieron de manera escalonada a lo largo de 50 minutos.

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De salida, la manada inició su recorrido campestre de forma rápida y comenzó a disgregarse poco después de superar la carretera de Matapozuelos. Se adelantó el novillo de procedencia Domecq de pelaje negro de la ganadería Monteleón. El siguiente en aproximarse a la zona final del embudo fue el novillo de pelaje jabonero de procedencia Murube de la ganadería portuguesa Oliveira, que a punto estuvo de acceder al casco urbano, pero optó por seguir a los caballos en lugar de a los mozos y emprendió carrera hasta una zona próxima a las vías del AVE.

Mientras, el berrendo de Francisco Galache se afanó en tratar de huir de todas las zonas posibles y fue el que obligó a prolongar el festejo.

Finalizado el encierro –que dejó un buen sabor de boca tanto a los aficionados de a pie, como a los de a caballo– se celebró el divertido concurso 'El peso justo'en la carpa de la Plaza de Santa María organizado por la peña Beodos.

Tras la sobremesa, la actividad festiva se trasladó hasta la plaza de toros donde tuvo lugar el Gran Prix de peñas en el que los integrantes de previamente midieron sus habilidades y destrezas para superar cada una de las pruebas propuestas por la organización, varias de ellas con una vaquilla.