Olivares de Duero: mantener todos los servicios públicos cueste lo que cueste

Dentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero, la actividad económica principal de Olivares de Duero es la vitivinícola. Allí se asientan siete bodegas, con oferta enoturística incluida. Esto, unido a que el municipio dispone de todos los servicios esenciales, de un rápido acceso a la Nacional 122 –y pronto de uno a la Autovía del Duero– y de fibra óptica, lo sitúan en un lugar y en un momento estratégico.

«No ha sido un mandato fácil, la pandemia nos ha partido por la mitad; nos paró muchas decisiones, proyectos y actividades programadas; han sido dos años en los que hemos estado atascados. Había que destinar el presupuesto a sanidad y a cuidar de los vecinos», explica David Sánchez, teniente de alcalde. Destaca el esfuerzo del Ayuntamiento que se proveyó de material sanitario incluso antes del confinamiento, siendo de los primeros en repartir este material entre los vecinos. «Repartimos pantallas para que los vecinos pudieran realizar la compra y poco después conseguimos las primeras mascarillas, por cuenta propia, ya que debido a la situación los recursos estaban limitados para todo el mundo». Fueron pioneros en colocar purificadores de aire en lugares como el colegio, Consistorio y el centro de jubilados. Todo ello con recursos propios, «pues las ayudas llegaban con cuentagotas. Asimismo, hay que decir que en todo momento tuvimos todos los recursos de la Diputación a nuestra disposición, como los bomberos y reparto de material».

En este mandato, el Ayuntamiento de Olivares de Duero ha conseguido eliminar y cambiar en su totalidad las tuberías de fibrocemento de la red de abastecimiento; sustituir el 80% la iluminación pública por LED, reduciendo un 50% el consumo; renovar las pistas del colegio y las polideportivas; asfaltar calles, ampliar los puntos de recogida selectiva de basura, rehabilitar jardines y mejorar caminos y, asimismo, trabajar a diario para mejorar la imagen y las necesidades del municipio.

Tras el cierre de la farmacia, importante ha sido la apertura de un botiquín farmacéutico para que los vecinos sigan teniendo un acceso fácil a la medicación que precisen sin salir del municipio. De igual forma, se han recuperado las actividades de carácter tradicional que se desarrollaban habitualmente.

«No se ha parado de trabajar a pesar de las circunstancias adversas a las que nos hemos enfrentado. Nos sentimos satisfechos al cien por cien de lo conseguido y todavía hay cosas que se pueden realizar hasta el final del mandato para mejorar el bienestar de todos nuestros vecinos», señala Sánchez.

Existe ya un proyecto de compostaje comunitario y la decidida apuesta del municipio por las energías renovables y el autoconsumo. El Consistorio está desarrollando un proyecto para que Olivares pueda autoabastecerse de energía eléctrica y así abaratar la factura eléctrica.

El principal reto de Olivares es común al conjunto de los pueblos: la despoblación. Para el Consistorio es un objetivo fundamental captar y asentar población, implementando medidas que hagan atractiva esta posibilidad. Por ejemplo, se beca el total de los libros de texto y se mantienen todos los servicios cueste lo que cueste.

Argumentos para ser optimistas sobre el futuro del pueblo hay, y no pocos. Así lo entienden desde el Ayuntamiento, donde afirman que «el motor del mundo está en el medio rural». Razones de mucho peso, como la implicación vecinal. De hecho, la labor de las asociaciones es muy importante para este pequeño municipio, «ya que lo mejor que tenemos son los vecinos. Me gustaría destacar el trabajo de las asociaciones: San Pelayo, de jubilados y pensionistas; El Olivo, de carácter cultural; y la asociación juvenil Oliduero».

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