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La obra de la A-11 ronda el 20% del presupuesto ejecutado en cada uno de los dos tramos de Valladolid

Los alcaldes de la zona dudan de que a este ritmo se cumpla el plazo de entrega, previsto para 2023

Domingo, 15 de enero 2023, 11:59

Un año separa el arranque de las obras de los dos tramos de Autovía del Duero (A-11) que se están ejecutando en la actualidad en la provincia de Valladolid, en concreto entre Tudela de Duero y Olivares de Duero y entre este municipio y ... Quintanilla de Arriba.

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El primer tramo en el que se pusieron en marcha los trabajos de construcción fue el que une Tudela de Duero (este) y Olivares de Duero (oeste), el 2 de diciembre de 2019. Tres años después, a finales del pasado octubre, se llevaba ejecutado cerca del 22,4 % del importe del contrato. El montante de adjudicación de estas obras asciende a 79,1 millones de euros, según ila información facilitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA).

Este tramo de autovía tiene una longitud de 20,2 kilómetros y discurre por los términos municipales de Tudela de Duero, Villabáñez, Villaquerín y Olivares de Duero. Cuenta con dos enlaces, el primero para conectar con la N-122 a la altura de Tudela de Duero y el segundo con la VP-3302 en las proximidades de Villabáñez. En la parte final de la obra se contempla la construcción de un área de servicio, en el término municipal de Olivares. En esta parte es donde conecta con el tramo Quintanilla de Arriba-Olivares de Duero, el cual finaliza su trazado uniéndose con la carretera N-122 a la altura de la localidad de Quintanilla de Arriba, a unos 8 kilómetros de Peñafiel.

Respecto a este segundo tramo, el de Quintanilla de Arriba (oeste) y Olivares de Duero (este), las obras comenzaron el 28 de octubre de 2020, y, tras dos años, el importe de obra ejecutada a final de noviembre de 2022 asciende a 18,4 millones de euros, lo que representa un 18,8% del importe total del contrato, que en este trayecto asciende a un total de 97.985.800 millones de euros. Este trayecto cubre una distancia de 14,5 kilómetros de longitud y discurre por los términos municipales de Olivares de Duero, Valbuena de Duero (y su pedanía de San Bernardo) y Quintanilla de Arriba.

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La previsión es que la ejecución sea de forma simultánea, de manera que su finalización se produzca a la vez y se puedan poner ambos tramos en servicio en la misma fecha.

Con intensidad

En el entorno de Valbuena de Duero se está trabajando, señala su alcalde, José Augusto Rodríguez, y tras estas navidades la actividad se ha retomado con intensidad en el otro tramo, en el primero en marcha, concretamente en la zona de Tudela y Villabáñez. Así lo afirman los acaldes de Tudela de Duero, Luis Javier Gómez, y el de Villavaquerín, Diego Recio. Camiones de gran tonelaje y maquinaria pesada huellan el terreno. El regidor de Villavaquerín –municipio donde se han instalado las oficinas operativas de las constructoras, alquilando espacios de propiedad municipal–, explica que «las máquinas están funcionando y ya sí que parece, según lo que oigo, que ahora esto no va a pararse si el tiempo lo va permitiendo. Parece que va arrancar, aunque el trazado es muy largo, pero por lo menos están las máquinas y hay movimiento en esta zona entre Tudela y Villabáñez».

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La actividad con la que ha arrancado 2023 no se ha producido durante 2022, valora Recio, quien indica que durante «el año pasado las obras han estado muy paradas, no sé cuál ha sido la razón. Se han podido hacer cosas y no se han hecho. Por lo que sea, lo desconozco». Asimismo, considera que los plazos de finalización no se van a cumplir. «La entrega era para este 2023, algo que no va a suceder aunque trabajen las 24 horas del día. Para este año es imposible, hay que hacer mucha obra todavía».

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El alcalde de Valbuena de Duero, José Augusto Rodríguez, refleja que en su zona, tal y como le han informado desde la constructora, «la UTE que está haciendo el trayecto de Olivares a Quintanilla va según lo previsto, según sus proyectos, otra cosa es que en vez de terminar dentro de dos años acaben dentro de cuatro». Coincide con su homólogo de Villavaquerín en que el otro tramo, el de Tudela a Olivares, «aún empezando un año antes ha ido siempre con retraso. En nuestra zona sí que se ve trabajar, doy fe de que están trabajando y que no lo han dejado. Hay como ocho o diez camiones de transporte de tierras, de gran tonelaje, prácticamente todos los días. Además, los daños colaterales que se van produciendo durante los trabajos, como el daño a los caminos, los van reparando lo antes posible». El contacto entre el acalde y agricultores con la constructora es fluido y cualquier problema es comunicado y solucionado con diligencia.

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«Daños» en los caminos

Tomás Andrés, alcalde de Olivares de Duero, coincide con Rodríguez en que «el tramo de Olivares a Quintanilla se está moviendo bastante, pero por aquí, por mi pueblo, nada. Y de San Bernardo a Quintanilla de Arriba no han puesto ni una paja». «Del 1 al 10 daría un 3 a la marcha de las obras», concluye Andrés, que se queja del daño que las obras causan a los caminos agrícolas y el perjuicio que esto provoca a los agricultores.

Su homólogo de Quintanilla de Arriba, Tomás Madrazo, explica, sobre la evolución de los trabajos en su termino municipal, que «nuestra zona es justamente la más atrasada; aquí no hay nada más que el terreno marcado por dónde va a ir la autovía».

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Explica que «en el mes de junio acabó el periodo para alegaciones a las modificaciones de la Declaración de Impacto Ambiental, y en este caso no hemos presentado ninguna porque nos ha aparecido claramente mejor la alternativa actual que la anterior que figuraba en la citada declaración, porque en este caso se va a respetar la vegetación de ribera y la Senda del Duero. En ese aspecto es positiva la modificación que se ha hecho, pero esto supone un retraso más en las obras».

Madrazo detalla que «se ha ejecutado en torno a un 19% y llevamos el 66% del tiempo gastado», y afirma no entender por qué «en la licitación que hace el Ministerio no se prevé una penalización por el retraso». Según el regidor quintanillense, se produce «un retraso acumulado, mayor gasto y, mientras, las víctimas de la Nacional 122 las vemos todos los días en las noticias». Añade que «según el propio Ministerio, la siniestralidad de las autovías en relación a las carreteras nacionales es mucha más baja, por lo que todo lo que se está retrasando son víctimas que ya no verán la autovía».

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