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No gana para disgustos la Dirección General de Tráfico con el radar situado en uno de los márgenes de la N-601, en la carretera de Madrid, a la altura del cruce con La Pedraja de Portillo. Hace al menos diez días amaneció de nuevo « ... vandalizado», con pintadas negras sobre los cristales que protegen la caja. Se trata del segundo ataque contra el detector de infracciones de velocidad en apenas dos meses. A principios de noviembre, los cristales que protegen la caja aparecieron fracturados, y también había restos de pintadas sobre esos mismos cristales.
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«Después de su reparación ha sido vandalizado de nuevo», confirman fuentes de la Delegación del Gobierno, que también concretan que el detector de infracciones de velocidad «no ha dejado de funcionar» y, por tanto, multar, pese a que la pintura cubre parte del vidrio que protege las cámaras. Las pintadas serán tapadas en cuestión de días o, a lo sumo, semanas. Se desconoce quién -o quiénes- han ocasionado los desperfectos, aunque la Dirección General de Tráfico ha pedido una investigación para averiguar quién lo ha realizado.
Se da la circunstancia que es el segundo más 'multón' en la provincia de Valladolid según los últimos datos disponibles, de 2019, proporcionados por la DGT y recogidos por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Ese radar 'cazó' hace dos años a 2.811 conductores que en ese tramo -limitado a 80 kilómetros por hora- circulaban con exceso de velocidad. El que más sanciones registró (también en 2019) fue el situado en la A-6 a la altura de Rueda, mientras que el podio lo completó el de la A-62 entre Cigales y Valladolid capital.
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