Música y tradición para degustar los productos de la matanza en la provincia de Valladolid

Laguna de Duero apuesta bien por esta celebración. Así, un año más, y ya van dieciséis, la asociación cultural La Ermita ha reunido este sábado a cientos de personas en torno al cerdo, las danzas y los productos artesanales para celebrar el Día de la Matanza, una jornada que involucra a los 190 socios del colectivo en la organización y montaje de este que consideran su gran día.

Y es que tal jornada está ya señalada en el calendario de muchos laguneros como uno de esos días en los que disfrutar del ambiente, las danzas, el cerdo y que finaliza con la tradicional degustación de jijas, para la que son necesarias 60 kilos de esta carne de cerdo, 20 litros de vino e innumerables barras de pan.

«Este año nos visita el grupo de coros y danzas Sherezade, de Fuencisla, Toledo. Es el de intercambio del grupo infantil. Desarrollamos estas actividades compartidas tanto con los grupos juveniles de danzas como con el de los más pequeños. En el primer caso, el intercambio actúa en el Festival Nacional de Danzas que también organizamos y el del infantil el Día de la Matanza», explica la presidenta de la asociación cultural La Ermita. «Hace un mes nuestro grupo infantil estuvo en Fuencisla actuando y ahora nos devuelven la visita».

Y como un reloj, las actividades se sucedieron a lo largo de esta mañana. El chamuscado empezó a las 12:00 horas en la plaza de Los Lavaderos y es con lo que arranca la jornada. Y cuando se abre en canal al cerdo, empiezan las actuaciones en el escenario. Terminan la música y baile y el público se dirige hacia la carpa para disfrutar de las jijas.

Tras la degustación y el desmontaje de la carpa, los socios y vecinos y visitantes, así como el grupo de danzas invitado, culminaron la jornada con una comida que reunió a 116 personas. Este año como novedad renunciaron al tradicional cocido que cambiaron por unas patatas con carne. Y el recinto en el que celebró la comida también es de estreno. «Si tradicionalmente lo hacíamos en la peña El Fregao, este año, como están celebrando un torneo de mus, nos hemos visto obligados a trasladarnos al salón de actos del CEIP Nuestra Señora del Villar».

La asociación cultural La Ermita tiene veinte años de historia y, además de organizar la Jornada de la Matanza cada año, gestiona el grupo de baile. También tiene talleres de costura con los que fabrican los trajes de las niñas del cuerpo de baile.

«Cuando terminamos el Festival Infantil, que es en enero, empezamos a rodar con esta celebración. El grupo invitado suele estar buscado mucho antes para concretar fechas y demás. Y poco a poco, con colaboración de los socios que nos ayudan, 190, montamos todas las actividades. Por ejemplo, hoy a las 8:45 horas ya estábamos funcionando».

Por su parte, Villamuriel de Campos celebró sus 25 años de la Fiesta de la Pitanza del Cerdo. Dice el refrán que 'Día de matanza, día de pitanza' para recordar que la jornada en la que se sacrificaba al cerdo llevaba consigo una singular fiesta familiar. Buen ambiente festivo que este fin de semana es el protagonista en la terracampina localidad de Villamuriel de Campos con motivo de la celebración de las Jornadas de la Pitanza del Cerdo, que han llegado a su vigésima quinta edición, como así lo refleja el pin que lucen los numerosos participantes participantes de la fiesta regalo de Yolanda Pérez, que, un año más, ha vuelto de Madrid a su pueblo.

El centro social de Las Escuelas volvió a ser el epicentro de las jornadas, que comenzaron el viernes con una cena con 15 kilos de ensalada mixta, 40 litros de sopas de ajo, 20 docenas de huevos y 15 kilos de pastas. El protagonismo, al mediodía, lo tuvieron los sabrosos productos del cerdo, con 80 kilos de panceta, filetes, salchichas, morcillas y chorizos, todo ello regado con 35 litros de limonada, al estilo de la localidad, además de 15 litros de vino, 45 kilos de naranja y 10 litros de queimada.

Después de 25 años, «siguen siendo unas jornadas de encuentro y convivencia que promueven la unidad de todos los que de alguna forma, vivan o no en el pueblo, pertenecen a Villamuriel de Campos», según explicó el alcalde, Anacleto Pascual. Tras la comida, hubo tiempo para jugar la tradicional partida de naipes, todo ello antes de que por la noche se celebrase una discomovida que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Las jornadas, promovida por el Ayuntamiento, pero sufragada por los mismos vecinos, llegarán hoy a su fin con una comida para dará buena cuenta de todas las sobras.