«En los municipios cada pequeño comercio sobrevive a las rebajas como puede»

Si ya supone un gran esfuerzo para el pequeño comercio seguir a pie de calle durante todo el año, cuando llega el periodo de rebajas se duplica debido a que los precios ya están ajustados con anterioridad. «Con muchas ganas de trabajar, pero con pocas ventas. Notamos mucho la cercanía a los centros comerciales de la capital. Nos cuesta mucho subsistir», confiesan desde el establecimiento de moda, ubicado en la Avenida León de la villa del Tratado.

«Antes se veía incrementado el porcentaje de rebaja a partir de febrero con las segundas rebajas, ahora el pequeño comercio ha optado por rebajar al máximo desde principios de enero para ser más atractivos», especifica el presidente de la Asociación de Comerciantes de Tordesillas. Aunque normalmente diseñan campañas para temporadas señaladas del año como Navidad, San Valentín o el día de la madre y el padre, «en rebajas no lanzamos ninguna campaña», argumentan.

Una lucha incansable con diferentes aristas como la cercanía con la capital, el margen de beneficio del pequeño comercio o la capacidad de oferta juegan en contra. «Cada comercio lucha las rebajas como buenamente puede, aunque no es nada sencillo. Si que es cierto que durante las campañas específicas que promueven el comercio local notamos que la venta se incrementa», apuntan los comerciantes del pequeño comercio de Tordesillas.

Lo mismo ocurre en Laguna de Duero, aunque con mayor optimismo. Juan Carlos González, presidente de AICOSLA, la asociación de industria, comercio y servicios de Laguna de Duero, señala que «el comercio del municipio afronta las rebajas con optimismo e ilusión, tal y como afrontamos todas las épocas del año».

Aunque coinciden en que «la cercanía a Valladolid y a centros comerciales es un factor muy importante tanto en el periodo de rebajas como en cualquier momento del año», definen este indicados como «ni bueno ni malo, simplemente algo que invita a los comercios locales a mejorar día a día». No obstante, el presidente de AICOSLA confiesa que «poder pasear, hacer compras o tomar un café por Laguna es más agradable que estar encerrado en lugares masificados».

La temporada de rebajas en Laguna de Duero afecta especialmente al comercio de textil y calzado «debido a la temporalidad de las colecciones». Es por ese motivo que «el comercio tiene que ajustar aún más sus precios para dar salida a su producto», apuntan desde AICOSLA.

«Ahora mismo estamos terminado la campaña de Navidad con el sorteo de una cesta con productos y servicios, valorada en más de 1500 euros», apunta Juan Carlos González, en referencia a las campañas de promoción que incentivan la compra en el comercio de proximidad. Asimismo, desde AICOSLA puntualizan: «Abogamos siempre por la competitividad, la calidad y el buen servicio en todas las épocas del año».