Montemayor de Pililla se manifiesta en contra de una macroplanta de biogás

Hace unas semanas, Susana Recio, miembro de la Plataforma Vecinal de Montemayor de Pililla analizaba la posible instalación de una macroplanta de biogás en un páramo de la localidad conocido como El Cabezo. Una noticia que se ha convertido, desde hace meses, en la peor pesadilla no solo para los ciudadanos del mencionado municipio, sino también para los pueblos colindantes como Traspinedo, Cogeces del Monte, Camporredondo o Viloria, entre muchos otros.

La llegada de esta instalación, diseñada para la recepción de residuos y restos orgánicos, y producción de energía, ha movilizado a sus vecinos; quienes llevarán a cabo una manifestación el próximo sábado 15 de junio. Los afectados se concentrarán a las 11.00 horas en la Plaza Mayor de Montemayor. Tras ello, partirán hasta el enclave donde se ubicara la macroplanta para disfrutar de un recital de canciones.

«Bajo la justificación de tratar los residuos de la gran cantidad de macrogranjas que han puesto en esta tierra, se está instalando este tipo de industria que, a su vez, necesita cada día más combustible, y se convierte en la excusa perfecta para la instalación de macrovertederos de residuos orgánicos en localidades como Montemayor de Pililla», menciona la plataforma en un comunicado.

Una macroplanta que aseguran que no va a crear «riqueza, ni puestos de trabajo en las comunidades que sufren sus efectos», y que tan solo «enriquecen a los especuladores de la basura». «Mientras tanto, expulsan de las zonas rurales a los pocos vecinos que nos aferramos a nuestros pueblos», continúan. La plataforma detalla que esta macroplanta provocará malos olores y contaminación en la zona; un aspecto que perjudicaría, en un futuro, el asentamiento de población en las localidades cercanas.

Uno de los mayores problemas que destacan son las dimensiones del proyecto, ya que se pretende gestionar en él 150.000 toneladas de purines, estiércol, etc. Sus vecinos han calculado que en torno a 10.000 camiones al año, unos 100 al día, deberán cruzar Montemayor de Pililla y varias localidades próximas para transportar esos residuos. «Nos pareció desorbitado porque en nuestra zona no existe esa cantidad de materia orgánica para tratar», explicaba en la entrevista Recio. Atando cabos, pensaron que este volumen derivaría de otras macrogranjas lejanas y, todo ello, desembocaría en un excesivo tránsito de vehículos pesados cargados con estas basuras.

El tema de los olores y los insectos que proliferan al lado de las plantas de biogás es lo que más ha preocupado a las poblaciones que se han enterado de ser «elegidas» para albergar estas instalaciones, así como las fugas de gas, de los desbordamientos de los purines y el riesgo de incendios.

Otro de los riesgos son los desechos obtenidos de la fermentación, los cuales van a contener una diversidad de productos químicos y bioquímicos, procedentes de los residuos gestionados, tales como metales pesados, disolventes, restos de antibióticos o pesticidas. «Y no es menor el contenido en nitratos de esa fracción, en una provincia como la nuestra donde los suelos están declarados vulnerables por la concentración de esos mismos nitratos, que incluso han hecho que muchos acuíferos no sirvan ya para el abastecimiento urbano», detalla la plataforma vecinal.

En su momento, sus miembros declararon no tener nada en contra de las plantas de biogás, pero sí no estar de acuerdo con su instalación en la localidad. «Para poner una solución a algo, primero tiene que haber un problema. Montemayor y los pueblos de alrededor no lo tenemos. No hay esa cantidad para que sea una preocupación», mencionaba Recio. Por ello, el 15 de junio, saldrán a la calle para intentar frenar, por todos los medios, un problema que puede acontecer en su entorno en los próximos años, y evitar, así, la colocación del primer ladrillo de la macroplanta de biogás.

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