Un millar de ciclistas reivindican en Urueña la seguridad en las carreteras

Por este motivo, los 7.000 euros de beneficios fueron entregados al gerente del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, José Antonio Arranz, para ser destinados a un equipo de investigación del cáncer metastásico de mama con el objetivo de luchar contra la temible enfermedad. En total ya son 21.000 euros solidarios los donados por la Asociación de Amigos de Jesús Negro de Paz por medio de la marcha en sus seis ediciones.

Una vez más, los momentos más emotivos tuvieron lugar minutos antes del inicio de la marcha, junto al monolito en recuerdo de Jesús Negro de Paz, con el horizonte infinito del paisaje terracampino como mejor telón de fondo. A pesar del dolor por la reciente muerte de su hija en accidente de tráfico cuando practicaba el deporte del ciclismo, el que fuera ciclista profesional Juan Carlos Domínguez tuvo el honor de leer el manifiesto del memorial, en el que expresó «no encontrar alivio y consuelo», pues «es un daño irreparable que es imposible superar en la vida», a la vez que pidió a las administraciones públicas mayor seguridad para el ciclista en las carreteras, un endurecimiento de la penas, una mayor educación vial y justicia para todos los atropellados.

Domínguez hizo vez que «si el conductor pensara en que a una persona le quitas todo y en el dolor de las familias que hay detrás, seguro que sería más responsable y estaría más atento». Sus palabras dieron lugar a la emotiva suelta de una paloma, ofrenda floral y minuto de silencio.

Las socias de honor a título póstumo fueron Estela Domínguez y María García, ciclistas que perdieron la vida realizando el deporte por el que sentían tanta pasión. La prueba contó como madrina con Laura Alvear, una luchadora que transmite valores como la valentía, esfuerzo y la determinación, y Ana Espinilla Negro, sobrina de Jesús Negro, elegida por su dedicación al ciclismo, quien manifestó su orgullo «por representar a la persona que más quería en el mundo y cumplir su legado ayudando a los niños y a las personas con cáncer». Además pidió «respeto al ciclista y justicia, con una mayor endurecimiento de la penas».

Tras los prolegómenos, la salida de la marcha ciclista dio paso a un larguísimo pelotón que recorrió las calles de la Villa del Libro para dirigirse por caminos de tierra a las localidades de Villardefrades, San Pedro de Latarce y La Santa Espina en tres rutas: una corta, de 28 kms, para disfrutar en familia y enfocada para principiantes; otra media, de 56 kms y una larga, de 75 kms, para los más preparados físicamente. El excelente tiempo hizo de la jornada una gran fiesta de la bicicleta con un magnífico ambiente deportivo en el que no faltó la degustación de una sabrosa paella.

El alcalde la localidad, Francisco Rodríguez, manifestó «el orgullo de Urueña por acoger una prueba en la que los participantes pueden disfrutar de nuestros paisajes y del patrimonio». Por su parte, Goyo Negro, hermano del malogrado ciclista, quiso destacar y agradecer el trabajo de los voluntarios de la localidad para absorber a los 1.000 participantes. El presidente de la Asociación Amigos de Jesús Negro de Paz, Juan de Frutos, indicó que la prueba se ha consolidado como la más importante de la región, a la vez que agradeció a participantes, colaboradores y patrocinadores el hacerla posible.