San Miguel del Arroyo celebra este fin de semana, tras dos años de obligado parón por la pandemia, los actos en honor de Nuestra Señora Virgen de Fuenlabradilla, organizados por la cofradía que lleva su mismo nombre en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad vallisoletana.
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Entre las tradiciones, destaca el interminable volteo de las campanas de la iglesia de San Esteban desde la tarde del sábado hasta bien entrada la tarde del domingo, así como el traslado de la imagen hasta los vestigios de la ermita en la que otrora se veneraba.
La tromba de agua de este sábado por la tarde obligó a suspender el traslado de la imagen, que este año tenía como novedad que se estrenaba la carroza que debía ser empujada por los cofrades, en vez de arrastrada por un vehículo.
Así, la última novena que debería haberse celebrado en la ermita tuvo que oficiarse en el interior de la pequeña iglesia de San Esteban, mientras que la lectura del pregón, que este año corrió a cargo del historiador José Ramón Criado, y el refresco popular, tuvo lugar en los alrededores del templo.
La jornada festiva del sábado, que tuvo como antesala diferentes propuestas lúdicas y musicales, concluyó con el concierto del grupo 'Cañoneros' y sus magníficas versiones musicales de la década de los 80 en el parque municipal.
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La devoción por la Virgen de Fuenlabradilla volverá a ponerse de manifiesto de nuevo este domingo con la misa solemne en su honor a partir de las 11:45 horas. Tras ello se celebrará la procesión y la tradicional subasta de los brazos de las andas para portar la imagen.
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