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Medina de Rioseco ha amanecido este domingo con una imagen devastadora tras sufrir los estragos del tremendo vendaval que, acompañado de una tromba de granizo y agua, azotó a la localidad durante 10 minutos de la tarde del sábado como no recordaban ni los ... más mayores, cayendo 44 litros por metro cuadrado y con rachas de viento de 100 km por hora. Dada la virulencia y fuerza del viento, algunos vecinos han hablado de un tornado.
La mañana del domingo ha sido el momento de evaluar los cuantiosos daños, en los que, por suerte, no ha habido que lamentar accidentes personales, salvo el percance de un caballista que ha necesitado de hospitalización. Son pocas las calles, corrales, patios, terrazas o balcones, que se han salvado de estar cubiertas con un manto de hojas y trozos de ramas llevadas por el viento.
Los parques, como el del Duque de Osuna o el de la dársena del Canal de Castilla, tuvieron que ser cerrados al público por la gran cantidad de árboles que el vendaval partió y tumbó al suelo como si se tratasen de astillas. Árboles que también se han caído en decenas en el Canal de Castillo, en la pasarela del río Sequillo o la subida del camino del cementerio obstruyendo el paso de los viandantes.
El alcalde, David Esteban, que adelantaba la vuelta de las vacaciones para estar en la localidad y encabezar todas las acciones necesarias, aseguraba que «Medina de Rioseco ha vivido un episodio meteorológico que ni los más mayores del lugar recordaban haber vivido», señalando que 44 litros por metro cuadrado en 10 minutos «es una verdadera barbaridad, a la que ningún municipio está preparado». Esteban explicó que «se han sucedido una serie de incidencia a las que estamos dando resolución».
En este sentido agradeció el ingente trabajo de Bomberos, Guardia civil y trabajadores municipales. También destacó que Rioseco, una vez más, ha demostrado ser un pueblo solidario en la jornada del sábado, en la que unos vecinos han ayudado a otros a la hora de achicar agua y de resolver de la mejor forma la incidencia. También tuvo un recuerdo y un deseo de su pronta recuperación para el caballista que el sábado por culpa de la tormenta sufrió un accidente durante el encierro por el campo y está hospitalizado.
El regidor también comunicó que se había pedido un informe a la Agencia Estatal de Meteorología y que se estaba viendo desde el Ayuntamiento la posibilidad de solicitar la declaración de Zona Catastrófica si fuera necesario. Por ahora, para este lunes, a las 11.00 de la mañana, se ha convocado la Junta Local de Seguridad, en la que será importante el informe que transmita Protección Civil tras haber sobrevolado la localidad su helicóptero durante la mañana del domingo con el fin de evaluar el alcance de los daños. El subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, por la mañana, y el presidente de la Diputación, Contado Íscar por la tarde, visitaban la localidad para saber de primera mano los daños y poder hablar con los distintos efectivos.
Desde el Ayuntamiento se ha hecho un evaluación de los daños, con efectos en el Museo de San Francisco, polideportivo, piscinas municipales o cementerio, donde algunas sepultaras se han visto afectada por la caída de algún ciprés pero algunas cruces tumbadas por el mismo viento. Daños que se suman a los cientos que se han producido en las viviendas, en especial en el barrio de arco Ajújar, y otros inmuebles, sobre todo en tejados, cubiertas o aleros, pero también con el derrumbamiento de alguna tapia.
En un solar del corro de Santa María, el viento echaba abajo un andamio que a su vez derribaba una pared de bloques de hormigón y una puerta que caían sobre cuatro vehículos estacionados. Fueron muchos los establecimientos que se vieron anegados como el bar Irish River, según contó su propietario, Eduardo Pérez, quien explicó que los clientes vieron con sorpresa como el agua con granizo de repente llegaba a más de los 10 centímetros, corriendo por el bar.
El veterano vecino de 96 años Pedro Ubal asegura no haber vivido tormenta tan fuerte, recordando la gran nevada de 1956. Por su parte, al vecino Mariano Margareto, de 75 años, le ha cogido en la caseta de la huerta y asegura que pasó miedo al ver volar algunas tejas y pensar que el viento lo desamarraba todo. El viento y el granizo arrasaron la huerta perdiéndose cultivos y árboles frutales.
Las fuertes tormentas registradas ayer en la mayor parte de la comunidad dejaron intensas precipitaciones en puntos concretos. En la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco una fuerte tormenta vespertina, que estuvo acompañada de granizo, provocó que se acumularan 44, mientras que en el aeropuerto de Burgos se alcanzaron los 41 litros, según los datos de la red de estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La Aemet por la tarde ha desactivado los avisos por tormentas.
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