Juan de la Mota Izquierdo | Taxista madrileño que sufrió una grave cogida en Rueda
«Los médicos me dijeron que no podría volver a andar tras la cornada, pero estoy bien»Secciones
Servicios
Destacamos
Juan de la Mota Izquierdo | Taxista madrileño que sufrió una grave cogida en Rueda
«Los médicos me dijeron que no podría volver a andar tras la cornada, pero estoy bien»Miguel A. Rochas
Lunes, 8 de enero 2024, 00:01
El pasado 2 de enero recibió el alta médica en el Hospital La Paz de Madrid, tres meses después de recibir una grave cornada en el encierro celebrado el sábado 7 de octubre en la localidad vallisoletana de Rueda, de donde desciende. Aunque todavía ... necesitará una larga rehabilitación, el taxista madrileño Juan de la Mota Izquierdo, de 64 años, se muestra animado y muy agradecido a los equipos médicos que le han atendido, ya que en un primer momento se temió por su vida.
–¿Cómo recuerda la cogida, qué sucedió?
–De la cogida los recuerdo todo, porque en ningún momento perdí la conciencia. Yo estaba con mis primos y fuimos a una zona donde nunca nos solemos poner. Había mucha gente y cuando vi que el toro venía ya me di cuenta de que no íbamos a poder entrar. No sentí nada de dolor, recuerdo perfectamente cómo el toro me tiró para arriba y, según iba a caer al suelo, antes de tocarlo, volví a sentir cómo subía para arriba otra vez y luego caía. También recuerdo perfectamente cómo me recogían y me llevaban al centro de salud. Allí, el médico empezó a ponerme gasas en la pierna y, viendo la gravedad de las heridas, me dijo que había que ir urgentemente al hospital. Me metieron en una ambulancia y me llevaron.
–Sus familiares dijeron ese día, tras la intervención quirúrgica, que había vuelto a nacer. ¿Se siente así?
–Pues sí, porque la cornada fue muy grande y en una zona muy mala. Según se lo pusieron los médicos en las primeras horas a mis familiares, es como si hubiera vuelto a nacer.
–La cogida fue muy importante, tenía una cornada bastante profunda en la pierna derecha y en la otra un desgarro muscular muy grande, aunque con la suerte de que no le tocó el paquete femoral. ¿Qué le dijeron los médicos?
–Llegué a temer por mi vida. En cuanto llegue a Medina del Campo, los médicos les dijeron a los familiares que a ver si salía de aquella noche ante la gravedad de la cogida, y luego me dijeron a mí que no podría volver a andar en la vida. Más tarde, ya en Madrid, me dijeron que me costaría trabajo subir escaleras, pero a día de hoy me encuentro muy bien y puedo andar y subir escaleras. La verdad es que no tengo palabras de agradecimiento para los equipos médicos que me han atendido en Medina. Se portaron genial, con un trato humano maravilloso. Si es verdad que luego en Madrid hay mejores cirujanos y me han podido reconstruir la pierna porque tenía los músculos isquiotibiales destrozados.
–Ha estado tres meses ingresado –65 días en Medina del Campo y el resto en La Paz–. ¿Qué camino le queda por delante, le han quedado secuelas? ¿Puede volver a hacer vida normal y regresar al trabajo?
–Sí. Me han dado el alta el día 2 y todavía tengo un camino que recorrer en rehabilitación, pero la pierna va muy bien, aunque las heridas todavía me tiran mucho al andar. Pero me imagino que en breve estaré trabajando y sin problemas
–Usted es taxista en Madrid. ¿Qué repercusión económica supone esta baja forzosa?
–Pues mucha, muchísima. Son tres meses sin trabajar y para un autónomo es muchísimo, porque yo cobro 720 euros al mes y los dos primeros meses tenía que seguir pagando el recibo de autónomo. Tenía un seguro aparte, pero me han dicho que hacer cosas con animales no me entra, y ahora tendré que recurrirlo con los abogados. En ningún apartado venía que si me metía con los toros o con otros animales, no me entraba la garantía del seguro
–¿Es corredor asiduo de encierros?
–Qué va. Yo nunca he corrido, siempre he ido a verlo. Te pones en los barrotes y cuando pasa sales a verlo, pero nunca he corrido un encierro y nunca había sufrido una cogida.
–¿Era la primera vez que participaba en el encierro de Rueda?
–No, no era la primera vez. Yo tengo casa en Rueda, pues desciendo de allí, y voy en las fiestas de los toros. Siempre he ido con mis primos y mi familia para verlos a la calle.
–¿Se le han quitado las ganas de volver a exponerse ante los toros?
–No lo sé. Creo que a partir de ahora los veré desde dentro de los barrotes, pero dejarlos de ver no creo. Lo que sí haré será tener más cuidado, porque estos te llevan al otro mundo en un periquete.
–¿Cree que las medidas de seguridad en los encierros populares son suficientes?
–Sí, son suficientes. La verdad es que los que cometemos los errores somos nosotros. No se puede tener a un policía o un guardia o a personas que estén detrás de otras porque no estén en condiciones. Yo asumo que la culpa fue mía por estar en un lugar donde no tenía que estar. Somos mucha gente y hay personas que, a lo mejor, no están en condiciones de estar allí. Somos las personas las que tenemos que concienciarnos y saber actuar si se está en un sitio muy peligroso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.